La exageración muchas veces es parte de nuestras vidas. Incluso éste escrito cuenta con algo así. A veces, solemos agrandar los problemas.
Por la bruma de las emociones solemos ver siluetas a contraluz de las cortinas, y ahí, es ahí donde los miedos se apoderan y la hipérbole cobra vida. También usamos de la exageración para cosas lindas. Estando enamorados, "todo nuestro universo", es nuestro ser amado.
Las emociones y sentimientos se apoderan, y muchas veces desorbitan y fuera de la realidad la hipérbole cobra vida y aleja la razón del corazón.
Recuerdo un hecho en casa en que apenas y mi mamá me regañaba por una fechoría que había hecho, y exageradamente grité como si me estuviera ahorcando.
Mi mamá me confesó muchos años después, que se aguantó la risa, pues aquél drama no era más que eso…merecedor de un Oscar.
La exageración en la literatura es una figura que embellece, pero en la vida real, nos lleva a sentirnos que el piso que pisamos no nos merece, o sentirnos las víctimas, todo el tiempo. Ambos polos, no son una postura correcta.
Creo que mucho tiene que ver con la vida de telenovela, el protagonista y el antagonista.
Tengamos cuidado con la exageración en el día a día, probablemente solo se trate de nuestra perspectiva.