Por: Camilo Hernández.
Al observar las severas afectaciones que dejan a su paso los fenómenos naturales, así como las persistentes precipitaciones pluviales durante la "Temporada de Lluvias y Ciclones Tropicales" tanto en otros municipios veracruzanos como Estados del país, vienen a la memoria aquellas inundaciones que causaron sendos estragos en Tuxpan, razón por la cual es de entenderse la angustia entre la población al aproximarse algún meteoro, ya que el riesgo de inundaciones siempre está presente al registrarse lluvias torrenciales y prolongadas.
La preocupación aumenta cuando sube el nivel del río, pues el riesgo de desbordamiento causa incertidumbre con tintes de alarma entre la población, al “revivir” en la memoria aquellas “amargas” experiencias de la cual dan constancia fotografías y vídeos conservados por diversas familias.
En Tuxpan se recuerdan dos inundaciones devastadoras en las últimas décadas, la del 6 de octubre de 1999, y la del 30 de septiembre de 1955; que dejaron cuantiosos daños materiales y desgarradoras vivencias entre los habitantes.
INUNDACION DE 1955
De acuerdo a los antecedentes históricos, la inundación del 30 de septiembre de 1955 fue provocada por los efectos del Ciclón “Yanet”.
Quienes la vivieron dejaron escrito que a la puerta de la Iglesia por la avenida Juárez le faltaron doce centímetros para que entrara el agua al interior.
Describen también que entre los daños ocasionados, uno de los más sentidos fue el de “La Magnolia”, lancha que prestaba el servicio de transporte en el río; la cual quedó varada arriba del bulevar.
Imágenes de aquella fecha muestran los destrozos ocasionados en todo Tuxpan, el agua alcanzó niveles inimaginables en calles e interior de las casas, arrasando con todo lo que encontraba a su paso.
Y quién podía imaginar que casi 50 años después Tuxpan sería golpeada por la naturaleza de una manera similar…
INUNDACION DE 1999
6 de octubre de 1999 lo dice todo, fue un día que nadie quisiera recordar, pero quedó grabado en las mentes de los tuxpeños que vivimos en carne propia los estragos provocados por la “furia” de la lluvia.
Una inundación similar a la de Septiembre de 1955, que arrasó con todo lo que encontró a su paso.
Algunas familias tuvieron que ser evacuadas de zonas de riesgo en “camiones de limpia pública” para poder ser trasladados a los albergues, como el caso del que fue habilitado en la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UV, tomando rutas alternas para lograr llegar, al estar las calles completamente inundadas durante la madrugada, así a la intemperie entre llanto y desesperación, niños, mujeres, adultos mayores, buscando un refugio entre las lluvias torrenciales; mientras que en las comunidades las labores de rescate fueron realmente heroicas.
Edificios, restaurantes y comercios de la zona centro con pérdidas millonarias.
Y qué decir de las casas que lo mismo en colonias urbanas o la zona rural, estaban llenas de agua y más tarde de lodo.
Ropa, muebles, aparatos, trastes, todo se perdió en tan solo unas horas.
Ropa, muebles, aparatos, trastes, todo se perdió en tan solo unas horas.
Desafortunadamente varias familias tuxpeñas, ante su mirada incrédula, se dieron cuenta de que se habían quedado sin nada, su casa y pertenencias fueron arrasadas por la misma corriente.
Tuxpan estaba irreconocible, con el desbordamiento del río las zonas bajas se convirtieron en grandes lagunas, poco después las calles quedarían llenas de lodo; mientras la actividad comercial y laboral quedó paralizada durante días.
El ambiente era desolador, había escasez de alimentos y personas que aguardaron en albergues varios días.
En varias colonias de hasta cuatro cuadras de distancia con el bulevar el agua rebasó el metro de altura en el interior, y qué decir de los negocios y viviendas cercanas al afluente, la naturaleza dio muestras de su “furia”.
La rapiña también se recuerda, tiendas comerciales del primer cuadro de la Ciudad fueron literalmente “saqueadas”.
Las escenas eran tales que algunas vacas que fueron arrastradas por la corriente, eran destazadas en plena calle para llevarse la carne.
En la agricultura y ganadería, severas afectaciones tanto en el municipio como en toda la región norveracruzana.
Racimos de plátano, naranjas, cocos, mangos y todo tipo de productos del campo eran “pescados” por quienes al bajar el nivel del caudal se acercaban a la ribera para buscar algo de lo mucho que arrastraba el río.
El llanto, la tristeza y preocupación se veían en los rostros de la gente tuxpeña, que a raíz de la tragedia y el desastre cobró más fortaleza y con el paso del tiempo ha ido saliendo adelante porque “la función debe de continuar”.
Fueron días difíciles, Tuxpan era otro, una inundación que marcó a los damnificados para toda su vida; por algo que los tuxpeños sean quienes más entienden y se solidarizan con damnificados de otras partes de la Entidad Veracruzana, dado que es una experiencia vivida y sufrida.
*** A raíz de aquel episodio peliculesco que colapsó a toda la Ciudad en 1999, a la fecha los cuerpos de auxilio se han visto obligados a ir reforzando las medidas preventivas para afrontar cualquier situación de emergencia, ya que en aquel momento fue un hecho prácticamente “sorpresivo”, nadie se imaginaba que se trataría de la mayor creciente del río en décadas.*** Va desde aquí nuestro reconocimiento a los elementos del Ejército Mexicano, Secretaría de Marina-Armada de México, Cruz Roja, Protección Civil y al Heroico Cuerpo de Bomberos de Tuxpan por el auxilio que brindan a la población en casos de desastre...
¡Gracias por el favor de su atención!
D.M. Nos saludamos hasta la próxima entrega.