Comandante Manuel Quintero: Un ejemplo de vocación y servicio





VARIEDADES

Por: Camilo Hernández.

Cada 22 de agosto se celebra el "Día del Bombero", al ser una fecha significativa en la que se creó el primer cuerpo de bomberos en el Puerto de Veracruz (1873). Unos años después (1922) se expide el reglamento de bomberos del DF, y sería posteriormente (1951) cuando por decreto presidencial se le otorga el carácter que a la fecha conocemos como "Heroico Cuerpo de Bomberos".

Con ese motivo hacemos referencia a un gran personaje que destacó por su entrega y dedicación al frente del "Heroico Cuerpo de Bomberos de Tuxpan", donde formó a varias generaciones a lo largo de muchos años de una incansable labor.

Hablamos de Don Manuel Quintero Herrera, quien fuera comandante durante varias décadas, dedicándose en cuerpo y alma al servicio de la comunidad.

Un gran ser humano, quien llevando ese don de servicio, arriesgaba su vida para salvar la de otros, siendo el anhelo servir a Tuxpan hasta los últimos minutos de su vida.

En ese contexto, tuvimos la oportunidad de entrevistarlo todavía como comandante de los tragahumos, y entonces comentó que su carrera como bombero comenzó en 1946 en la Ciudad de Poza Rica.

Sus inicios fueron en Pemex, y desde entonces recibió el “pago” que consideraba más importante:

“Gracias que me salvaste la vida, son los pagos que no se valoran con dinero, esas palabras lo fortifican a uno y lo hacen seguir viviendo”.
En cuanto a la mística que debe tener un bombero, expresó: 

“Darlo todo a cambio de nada”.
Dijo sentirse orgulloso de esta labor, que fue lo mejor que le había pasado en la vida, y que si naciera de nuevo volvería a ser bombero.

Fue jubilado de Pemex, y contaba que en su etapa educativa estudió la carrera de Leyes; sin embargo, su labor estaba predestinada a combatir incendios.

En aquel momento, Don Manuel Quintero agradecía al también extinto expresidente municipal de Tuxpan, Pericles Namorado Urrutia, quien durante su gobierno lo llamó para hacerse cargo de la corporación.

“Es mi vida, estoy haciendo lo que me gusta, y eso es lo más importante”, externaba al referirse al tema de los bajos salarios que perciben quienes participan en las tareas de sofocar incendios.
Enfatizó que la “vocación” debe ser el principio básico de quienes se dediquen a esas riesgosas tareas, y justamente surgió en su persona, puesto que nadie en su familia se dedica a esta actividad que desempeñó durante casi toda su vida.

Cuando se le pide que narre alguno de sus anécdotas, mencionó:

“Tengo el recuerdo de una niña que hace más de 20 años sufrió un accidente en la carretera, tenía más o menos 3 años de edad, la llevaba su mamá y al atravesarse fue atropellada por un automóvil, le di los primeros auxilios, estaba privada y volvió a la vida, empezó a llorar, y su mamá pensó que yo era un doctor, el año antepasado esa niña se casó”.
No contemplaba su retiro, empero se vio obligado a dejar esa ardua y peligrosa labor.

“No he pensado jamás en mi retiro, aquí me van a quitar solamente cuando ya de la última, tengo 79 años, sigo activo y me gusta mucho, es mi vida, de esto me alimento, de servir y ayudar; y me retiraré hasta que Dios diga, Manuel te vas a ser bombero allá en el cielo o en otro lado”.
El mejor homenaje para Don Manuel Quintero es tomar su ejemplo, un hombre con don de servicio, disciplinado, luchador, trabajador y honesto; pero que también tenía su lado sensible, pues fuimos testigos de momentos difíciles cuando derramó lagrimas ante su inminente retiro.

*** Sirvan estas líneas para destacar su gran labor al servicio de Tuxpan en su memoria (DEP)...

 ¡Gracias por el favor de su atención!
D.M. Nos saludamos hasta la próxima entrega.
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