* Elocuente e histórico rescate: Ligas Negras
* Peña Beisbolera de Ensenada: Grato Desayuno Navideño
Por Jesús Alberto Rubio
Beisbolpuro: se siguen reforzando Los Dodgers: recibirán al lanzador Tyler Glasnow y al jardinero Manuel Margot en un cambio por el pitcher Ryan Pepiot y el jardinero Jonny Deluca, quienes pasan a RaysBaseball.
¿Y lo de Randy Arozarena, dónde quedó?
Rumores son rumores.
En tanto, gran alboroto y expectación en Los Ángeles: Shohei Ohtani ya hizo su presentación oficial con el equipo.
Otro honor para el orgullo de Etchohuaquila: Salón de la Fama del Béisbol Mexicano: Joyas de Colección: Estatua de Fernando Valenzuela ubicada en el Recinto de Inmortales con sede en Monterrey.
Profr. Héctor Barrios Fernández: Como es ya una tradición, la Peña Beisbolera de Ensenada tuvo su desayuno-posada navideña en la mundialmente famosa Ruta del Vino en Ensenada, B.C.
Fue una mañana llena de optimismo, buenas vibras y calor humano en donde imperaron las frases y mensajes llenas de buenos deseos para esta época y el año que se avecina.
Durante el convivio se rifaron infinidad de regalos entre los miembros de la Peña y sus familias, en donde la Diosa Fortuna llegó felizmente a todos los asistentes, que recibieron excelente atención estilo Grandes Ligas por parte del Sr. Juan Manuel Arellano Lara, alto directivo de los multicampeones Marineros de Ensenada en la Liga Norte de México.
El grupo de la Peña Beisbolera de Ensenada desea a todos una muy feliz Navidad y un próspero año nuevo, lleno de salud y bienestar.
Rescate: Las Ligas Negras.
A petición de mi doble compadre Paco Martínez, va con gusto esta primera parte:
En efecto, el legendario y famoso circuito reunió a grandes talentos que por la discriminación racial no tenían oportunidad de jugar en el béisbol de Ligas Mayores.
Durante 50 años, cerca de 4 mil jugadores formaron parte de las famosas y legendarias Ligas Negras.
Empero, en tan prolongado y denigrante lapso los estadounidenses observaron el desarrollo del béisbol de Grandes Ligas de una manera incompleta.
Y es que, a su sombra, con mucho menos recursos pero con una cantidad de talento igual y en algunos casos superior, se llevaba a cabo la lucha de peloteros que por la discriminación racial no tenían oportunidad de jugar en Ligas Mayores.
En ese histórico circuito imperaba una labor del orgullo de la igualdad del ser humano.
Sería hasta en 1947 cuando Jackie Robinson, al poner un pie en un diamante uniformado de un equipo de Las Grandes Ligas, empezaría a quedar atrás aquellas barreras humanas que por muchas décadas impidieron que la historia del béisbol hubiese tenido un mejor recuento de las proezas de tantos y tantos talentos negros.
Por ejemplo, de talentos, hay botones de sobra:
Para empezar, Barry Bonds no tuviera en su poder el récord de jonrones para una temporada (73), o Hank Aaron no hubiese sido el hombre que más jonrones de por vida (755). Sólo por citar a dos notables del pasatiempo
Y todo... por el color.
Pero como ellos, tiempo antes hubo grandes peloteros negros quienes registraron su enorme calidad, talento y capacidad para ganarse un lugar especial dentro del Salón de la Fama de Cooperstown.
Incluso, buena cantidad de estos talentos fueron considerados para llegar a Cooperstown con todo y que por la misma discriminación no jugaron en la Gran Carpa, como sucedió con Martín Dihigo, Josh Gibson, Satchel Paige, Ray “Mamerto” Dandridge o James “Papa” Bell a quienes por fortuna la afición mexicana tuvo en suerte verlos jugar y admirar, especialmente en la época en que Jorge Pasquel los contrató en aquella década de los cuarentas.
Una retrospectiva
Pero, ¿qué tal si juntos hacemos una retrospectiva en el tiempo para ver aquellos primeros años del béisbol del vecino país?
El béisbol se inventó en 1845 gracias a Alexander Joy Cartwright, jugándose el primer partido en Hoboken, New Jersey y, supuesto... no había peloteros negros.
Pero, cuando llegaron las reglas y este deporte comenzó a difundirse y hacerse popular, los jóvenes de color comenzaron a practicarlo con gran éxito.
En 1862 ya había equipos formados por jugadores de color, como lo fueron el Brooklyn Monitor y el Weeksville Unknow, empero, ya desde entonces, el problema de la discriminación racial prevalecía e impedía que los peloteros afroamericanos jugaran béisbol organizado.
Por ejemplo, ell 11 de diciembre de 1868 apareció la exclusión de los afroamericanos por parte de la National Association of Baseball Players, la cual votó por unanimidad que “cualquier Club que posea uno o más jugadores de color, será considerado como equipo de color".
Los precursores
Mucho tiempo antes de Jackie Robinson, los hermanos Moses Fleetwood y Welday Walker, en 1883 llegaron a jugar en el beisbol profesional organizado, siendo los primeros negros en hacerlo.
Moses, de receptor, y Welday, como jardinero, militaron con el equipo Blue Stockings de Toledo en la Liga Northwestern.
Al siguiente año Toledo fue invitado a formar parte de la Asociación Americana, que era una Liga Mayor de EU, pero tipos como Cap Anson, primera base y mánager de Chicago, en esos días amenazó con no presentarse a jugar si “esos negros” continuaran jugando.
Por supuesto que esa fuerte discriminación racial provocó que los hermanos Walker fueran retirados de su equipo por lo que retornaron a las menores.
De todas formas, los afroamericanos continuaron jugando al béisbol.
Esta historia continuará; inclusive, con más nombres de otros precursores-pioneros como Bud Fowler, Charlie Grant y George Stovey, considerado el mejor lanzador de béisbol afroamericano del siglo XIX.
Pendientes.