Nos comemos algunas letras. Los signos de puntuación ni siquiera los saboreamos porque creemos que no tiene sentido el aderezar nuestra escritura de esa manera. Qué decir de la acentuación; podemos saltarnos ese paso en la receta porque el sentido es “darnos a entender”. El punto es ese… ¿nos damos a entender?
Signos de interrogación y de admiración suelen estar un poco ausentes, digo un poco, porque quien abre las expresiones, nos lo comemos también. Regresando a las letras, se nos hace fácil cambiarlas. ¡Qué más da! Una V o B, una C o S, una Y por LL, no le hace daño a nadie. El punto es… darnos a entender.
En las redes sociales podemos expresarnos. Pero así como el domingo pasado escribía que muchas veces no nos damos a entender en nuestras preguntas, pasa lo mismo con la escritura. No es lo mismo: Que haces a Qué haces. Lo primero podría contestar: Que hago ¿qué? Y lo segundo podría contestarte que en este momento estoy escribiendo.La expresión: “Buena ortografía”, debemos ir cambiándola, porque en sí la ortografía es la forma correcta de escribir las palabras y usar los auxiliares de una lengua respetando sus reglas. Entonces la ortografía en sí es buena. Podemos cambiar esa expresión por: - no sigues la ortografía, o usas la ortografía.Manda un buen mensaje. No le puse este título sólo al sentido del mensaje, sino haciendo uso de la ortografía como herramienta para formular un mensaje entendible.
Siempre me he admirado cómo se puede seguir una conversación cuando hay ausencia de acentos y cosas así. Creo que nuestra escritura últimamente se trata de suponer. -Supongo que esto quiere decir- Por qué no mandar un buen mensaje. Aún cuando hay tantos avances tecnológicos hay un rezago de nuestra escritura, añadiendo palabras que no son propias de nuestro idioma, pero perdiendo el sentido de nuestras reglas.
¿Te unes conmigo para Salvar la ortografía y mandar un buen mensaje? Quizá nos tome más tiempo al mandar un mensaje de texto por nuestro celular o para escribir en Facebook, pero ayudemos a la mejoría visual de nuestra gramática.
