Excelente foto, muy propia con motivo de la salida hace 68 años de Fidel y 81 expedicionarios para iniciar la revolución cubana. compartida por mi amigo Ing. Julio Poisot de María.
Cuando a doña Alicia Perdomo Mar, mamá de mi amigo Lic. Juan Pablo de la Serna Perdomo, le regalé una copia de mi composicion Tuxpan 51.3 me comentó que el yate lo repararon en el Astillero de su papá don Juan Perdomo, ubicado en Santiago de la Peña, donde está Celasa.
Yo recordaba la ubicación de donde lo están reparando, porque de niño iba. Posteriormente el Astillero se lo vendió a don Apolonio Guevara, dueño del chalán que cruzaba el río Tuxpan en ese entonces.
En una de sus visitas a esta Ciudad, el director del Instituto Cultural Tuxpan Universal (ICTU), Carlos Lozano Medrano, quien ha recopilado material histórico-gráfico respecto al tema a través de los años, expuso que para él mismo fue una verdadera sorpresa descubrir mayor información documental sobre la participación de trabajadores tuxpeños en la reparación del Yate Granma, y desde luego, más emotivo fue conocer que su propio Padre participó en tales trabajos realizados en un muelle de Santiago de la Peña, previo a la partida del buque rumbo a Cuba (Las Coloradas).
Mostrando el libro titulado: “RAUL CASTRO, LA PULGA QUE CABALGO AL TIGRE” escrito por Vicente Botín, nos describe un párrafo que dice a la letra lo siguiente:
“En Tuxpan, el Cuate contrató algunos mecánicos para poner el Yate a punto, sobre todo para aumentar la potencia de los motores diésel Grey General, y ampliar el espacio para dar cabida a más personas. Uno de los operarios mexicanos que trabajó en los arreglos del Granma, Pedro Lozano Rodríguez, relataría en 1986, al diario cubano del mismo nombre, que nunca se enteraron para que querían poner a punto la embarcación”.Visiblemente emocionado y orgulloso, Lozano Medrano, agrega lo que su Padre declaró en aquellos años al diario Granma, según narra el autor del libro.
“Trabajé con otros obreros tuxpeños en la reparación del Yate Granma, contratados por cubanos mandados por Castro Ruz -dijo Lozano-. ¡Claro que todo esto lo supimos después, cuando empezó la Revolución!. Entonces dijimos: ¡Mira lo que estuvimos haciendo!. Ellos solo nos indicaban lo que querían y nada más, pero eran muy activos, se metían al agua y sacaban tuberías; en realidad fue una cosa bien planeada, y bien guardado el secreto”.
En otro artículo publicado hace años en el Diario “La Jornada” -del cual conserva copia-, refiere que también se menciona la participación de los trabajadores tuxpeños, encabezados por alguien identificado con el nombre de Chuchú Reyes, así como Pedro Lozano Rodríguez, afiliado a la Cooperativa de Astilleros de Tuxpan.
Para el director del ICTU y su familia, hay dos antecedentes en particular que revisten un inmenso valor. La participación de su Papá en la reparación del Granma, y el inesperado regalo que hiciera el extinto comandante, Fidel Castro Ruz, a su cuñada Hilda Lucia Bravo Bonilla en su histórica visita al Museo de la Amistad México-Cuba en Santiago de la Peña aquel inolvidable domingo 4 de diciembre de 1988, regresando al lugar del cual salió a bordo del Yate Granma junto con otros 81 expedicionarios cubanos la madrugada del 25 de noviembre de 1956 rumbo a Cuba.
Se trata de una gorra tipo militar -que caracterizaba con su uniforme al comandante Castro, quien falleció en La Habana a los 90 años de edad el 25 de noviembre de 2016, justo al cumplirse el 60º Aniversario de la fecha conmemorativa, líder histórico de la lucha revolucionaria y por muchos años presidente de Cuba-; un regalo que conserva su familia con mucho aprecio, gratitud, admiración y respeto.
El mexicano Antonio del Conde “el Cuate”, en aquel entonces comerciante en armas, fue el intermediario para adquirir el Yate Granma, propiedad del estadounidense Robert B. Erickson.
Y aunque dicha embarcación tenía una capacidad original para 8 o 10 pasajeros, fue acondicionada -retirando hasta donde fuera posible lo que causara peso y así ampliar el espacio- de manera tal, que en la travesía desde Tuxpan hasta playa Las Coloradas, navegaron 82 expedicionarios lidereados por Castro Ruz y entre los que participaron el Che Guevara, Raúl Castro, Camilo Cienfuegos, Juan Almeida Bosque y Ramiro Valdés, entre otros, dándose así el inicio de la Revolución Cubana para derrocar al dictador, Fulgencio Batista.