Una semana más,
igual de diferente que todas,
pero sea cual sea la fecha,
la historia la realza más allá de la
conmemoración.
No sólo te debe llevar a la reflexión,
sino a la bendición.
A la confesión, de aquél que murió y
resucitó: es el Señor.
"Santo", es apartado.
Debería ser una semana apartada
para Él.
Y aún más retador,
una consagración de cada semana,
del resto de tu vida, apartada para Él.
Entender el amor,
es conocer esta historia.
De aquél hombre que marcó
un antes y un después.
¡Pero vamos más profundo!
A puntualizar en ti...
¿Conoces esa historia?
Hay un antes de Cristo y un tú,
después de Él?.
El después de Cristo, y en Él, es
libertad, y tiene Vida Eterna.
Porque una vez que llega,
cambia la historia.
¿Cambió la tuya?