De Tuxpan a México (1966)


Autor: Carlos Lozano Medrano

Terminado del estudio mi ciclo Secundario,
buscando ampliar nuestra mente y nuestro mundo,
con inquietudes y dudas en el quehacer diario,
decide mi padre que emprendamos el vuelo,
nuevos horizontes fuera de Tuxpan busquemos,
sin dejar de pisar con firmeza el suelo.

Jóvenes sin saber lo que queremos,
movidos de ese instante: por inercia,
un ciclo termina y expectante el nuevo que se inicia,
el estudio intuyendo, abrirnos puede mil caminos,
dejando atrás la seguridad del Puerto y la adolescencia.

Mi padre con solo segundo año de Primaria,
con actitud humilde y seria,
quiere que sus hijos crezcamos
mirando más cerca a las estrellas,
de once hermanos solo tres sobrevivieron,
él desde niño luchando,
conocimiento mucho adquirido en la calle,
queriendo la ignorancia cortar de tajo,
se hace hombre de bien y de trabajo.

Su menos quiere
que sea un bastante para nosotros,
lo que con esfuerzo y estudio,
ha sido para otros,
qué sabíamos del mundo en ese entonces,
grande el patio de la casa se nos hace,
primero en la Vicente Guerrero
y después en la calle Constitución,
donde nuestra experiencia juego a juego,
ejemplos, palabras y risas poco a poco creció.

Los Nortes de enero nos despiden,
parecería que las nubes y las gaviotas nos preguntan
¿A dónde jóvenes tuxpeños van?
la bella música huaxteca y caribeña nos envuelve,
si miedo en tu vida hay,
con amor, alegría y decisión resuelve;
el río esmeralda nos mira con su parpadear brillante,
cruzamos nuestro sólido casi nuevo puente,
con inciertos pasos hacia el futuro,
dejamos aquí nuestro pasado y siempre fugaz presente.

El camión naranjero en mudanza se transforma,
de muebles, triques e ilusiones va cargado,
en ese viaje devorador de kilómetros y asfalto,
nuestra vida personal y familiar tomará otra forma;
rumbo a la capital del país a mi hermano Arturo y a mí nos lleva,
dejando atrás poblados y rancherías,
sin saber a ciencia cierta, cómo forjaremos nuestro destino,
todavía de nuestros padres, de la mano.

Nuestro mundo hasta ese momento se llama Tuxpan,
el sol a su alrededor girando día a día,
a Galileo que en su época lo contrario decía,
entonces como joven no entendía;
mil preguntas surgen en mi mente:
¿Qué habrá más allá de otros caseríos y de otros montes?
¿Qué habrá más allá de la ignorancia y la pobreza?
naranjales y pastizales a Tihuatlán
nos llevan con  ligereza,
¿A dónde nos dirigirá el destino?
sin más,
nos dejamos llevar por nuestro sino,
confiando que todo nos será más bueno.

Fuego alimentado por subterráneos gases,
de los petroleros pozos,
mecheros, gigantes velas,
cálidos naranjas, amarillos, rojos,
fuegos de intensos y brillantes colores,
tierras ricas,
pasamos Poza Rica;
avanzando van los minutos y las horas,
el verde la región dominando,
a Lindero vamos llegando,
dejando atrás veracruzanas tierras
y el Estado de Puebla empezando,
ya cerca vislumbrando la Oriental,
la imponente, Madre Sierra.
En sus faldas,
La Ceiba hospitalaria,
desviación a Tlaxcalantongo a la izquierda,
donde antaño asesinado fue Carranza,
verde bosque, verde hierba,
el ascenso ahí empieza,
curvas, curvas y más curvas;
a Villa Juárez llegamos contentos,
abajo queda el calor,
de la costa veracruzana la alegría
y el sabor.

Nuevo Necaxa, la presa y la laguna
ilusiones muchas y claras ninguna,
sigamos, seguimos subiendo
y en Huauchinango ya vamos pensando,
por extrañas tierras rojas pintando el paisaje,
cruzamos su bello caserío,
su parque tradicional,
diferente y bello resulta este viaje;
bosques de pinos, desfiladeros y grandes montañas,
acercando el mañana con ilusión,
rebuscando siempre en sus desconocidas entrañas,
escribiendo de nuestras vidas un nuevo guión.

Y en la lejanía el humo de alguna choza,
techumbre de nubes,
negras, blancas y de varias tonalidades grises,
y en mi mente,
pensamientos con inciertas cosas;
caminos con irregulares trazos,
alertas las curvas nos mantienen,
por fin a la cúspide llegamos,
allá abajo Tulancingo,
iluminada con miles de doradas luces,
y adelante Pachuca en ese entonces,
obligado paso.

Dormimos de la carretera a un lado,
a que amanezca esperando,
atenazando mis sueños y el sueño la noche fría,
para entrar a México Capital siendo de día;
amanece y nuevamente avanzamos,
vislumbramos sus magueyales verdes,
en Teotihuacán, de la Luna y del Sol, las pirámides,
de las antiguas culturas indígenas admiramos.

Valles con muchos caseríos,
avanzar, avanzamos,
se hace largo el camino,
después de algunos lomeríos,
México Tenochtitlan nos deslumbra,
el sol del Valle de Anáhuac nos alumbra;
mis ojos provincianos se abren azorados,
ciudad más grande que cualquiera de mis fantasías,
del español conquistador compartiendo
su azoro ante la añeja azteca visión,
ahora con mayor conocimiento comprendo.

Por Indios Verdes descendemos,
los tuxpeños venidos de tierras hermanas del mar,
el corazón de nuestro país con vida palpita,
personas, miles, millones, juntas, jamás nunca vistas,
tanta actividad, en oleajes incesantes,
un nuevo ritmo, el de la gran ciudad,
así conocí la región más transparente de Fuentes,
avanzamos primero por la avenida Insurgentes.

Luego México-Tacuba, Legaria, Conscripto, Calle 12,
de Tuxpan a Naucalpan, se han acortado distancias,
o ahora así, Einstein-relativo, entiendo o se me hace;
un viento frío y seco con extrañeza sentimos,
mi madre y mis otros hermanos nos esperan,
en su adelantado viaje,
pero al fin, hemos llegado,
a la calidez familiar, en una nueva estancia.

Soñemos paisanos tuxpeños, soñemos,
que nadie el conocimiento te prive,
que nada ni nadie tu camino te inhibe,
libre eres para levantar el vuelo
o tus pasos firmes ollar el suelo;
forja día a día tu destino,
no importa tu humilde cuna ni tu sino,
tu carácter, deseo y disciplina serán tus armas,
para adquirir el saber necesario,    
empezando en el campo de batalla de las aulas.

Hoy al paso de los años con cariño recuerdo,
mamá y papá sus muchas privaciones y esfuerzos,
sufrimientos que abonaron mis haberes,
para que mi vida fuera mejor y diferente,
una vida y un viaje que se inició en mi Tuxpan,
La Puerta de Oro de la veracruzana Huaxteca,
sí, hermosa tierra,
tierra de sus bellas mujeres
y la de sus bellos atardeceres.

(2009-noviembre-20)
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