Por: Cesia Carrillo Clemente.
Comenzando otro año, hablamos de nuevas oportunidades y propósitos, pero sin parecer el “Grinch de año nuevo”, solo cambiamos de calendario, porque en realidad hicimos lo mismo, cenar y dormir, obvio, a excepción que agregamos los abrazos y el festejo.
Lo que me queda en mente: ¿Por qué no lo hacemos a diario, cuando no sabemos nunca si despertaremos?. Bueno, no es el punto de mi escrito.
La razón por la que escribo esto, es sí en tono de gratitud a Dios, por todo lo que ha obrado en mi vida, y que pese a muchas circunstancias, puedo sentir su presencia en mí, fortaleciéndome y guiándome.
Hay algunos dicho como: “Lo que bien comienza bien acaba”, creo que hay que aprender a diferenciar en qué ámbitos aplica, pues habrá cosas que parecen que arrancaron mal, pero no nos podemos conformar en intentarlo y esforzarnos.
Hay otro dicho: “árbol que crece torcido, jamás su rama endereza”. Este dicho es más aplicado a las personas.
Pero quiero decirte, todos tenemos derecho a cambiar y creo que es de sabios reconocer nuestro errores, y no importa lo determinante que parecen las circunstancias que nos han orillado a ser como somos, siempre, con esfuerzo y decisión (sabiendo que no será fácil) se puede cambiar.
Este nuevo año, solo se cambió de almanaque. No pasó nada mágico. Pero sí sucederá algo importante, si no nos conformamos con ser mejores…eso sí, te invito a que nos enfoquemos mucho en la inteligencia emocional, pues no sabemos qué pasará mañana, pero sí podemos estar preparados.
Decide ser feliz.
