MORENA como partido en el poder es el enemigo a vencer, la imagen de Andrés Manuel sigue fuerte, será base de respaldo para todos sus candidatos. Las alianzas prácticamente se dieron, gusten o no, aunque no sabemos si el voto duro de los partidos lo hagan por esas alianzas. Se promueve el voto útil, para quitarle el control del Congreso al Presidente, que cada día tiene más poder, millones lo ven adecuado y otros millones lo ven peligroso. Los primeros ven bien que se combata la corrupción y haya apoyos a sectores de la sociedad, los segundos no les gusta la polarización y las referencias latinoamericanas autoritarias: Cuba y Venezuela.
Veo dos estrategias de MORENA, la primera es por medio de programas sociales repartiendo multimillonarios apoyos a millones de mexicanos, con la intención de distribuir la riqueza generada por los que trabajan y producen, pero la oposición dice que es una manera de comprar el voto de la gente. Los programas sociales son legales sumándose a los resultados gubernamentales, favorables a las campañas de los candidatos del partido que los ejerce, así ha sido siempre.
La otra estrategia es que mucha de su gente que ocupan espacios gubernamentales y de representación busquen la reelección, pensando que al ser ya conocidos conserven su influencia sobre los votantes, siendo muy útil si hicieron buen papel sino les pudiera fallar.
Lo que si es que abajo del ring los partidarios aun de un mismo partido se dieron hasta con la cubeta para obtener las candidaturas de sus gallos. Los partidos aún en su interior muestran incongruentemente no ser muy democráticos o solo lo que les convenga a sus dirigentes, que en cada proceso se renuevan. Y eso generó inconformidades en sus propias bases porque no quedó claro cómo se nombraron a los candidatos ganadores. Se dice que fueron a través de encuestas, pero no hemos conocido a nadie que lo hayan encuestado, parecería que los intereses de grupo y el famoso dedazo sigue vigente.
El Presidente de la República insiste que está haciendo lo que la voluntad popular quiere, su triunfo fue inobjetable en el 2018, treinta millones de mexicanos votamos por él, pero también significa que sesenta no lo hicieron. Así que no es válido que digan que solo la mafia del poder, la oligarquía y los beneficiarios de políticas anteriores son los que lo critican, que representan una minoría sino que también hay millones de ciudadanos clase medieros y pobres que no están de acuerdo con sus políticas.
Es curioso entre los seguidores, cada quien ve o acepta lo bueno de su candidato y no quiere ver lo negativo. Ante el universo de información que circula y satura, establecemos un escudo para proteger nuestra salud mental. Ya decidimos y bloqueamos nuestros sentidos, sin importar mucho lo que se diga.
Lo que si es que ante el apasionamiento o groserías en la expresión de opiniones, afectará la relación familiar o de amistad. Hay voces que piden prudencia.
(Un tuxpeño desde la Ciudad de México).