Por: Camilo Hernández.
Sin turismo y manteniéndose de pie principalmente con el “segmento empresarial/negocios”, la industria “sin chimeneas” registra su peor caída en la ocupación hotelera de que se tenga memoria en décadas, a raíz de los efectos devastadores de la pandemia.
“Estamos entre un 5 y 10 por ciento de ocupación, la más baja de la historia”; así la describió -en una entrevista reciente para XEU- el expresidente de la Asociación de Hoteles de Veracruz y actual presidente de la Comisión de Turismo de la COPARMEX, Sergio Lois Heredia, refiriéndose desde luego a la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, pero con un panorama parecido en Tuxpan y otros destinos turísticos.
No obstante, existe confianza de que se vaya dando la “recuperación gradual”, y que con los protocolos adecuados exista poco a poco una mayor ocupación hotelera que permita salir adelante a dicho sector.
En la “industria turística” que es un importante “motor” de la economía, generador de miles de empleos, han tenido que realizar cambios en los procedimientos y formas de atención al cliente, “reinventarse”, ante una inesperada “nueva normalidad”.
A nivel local, de manera general, están funcionando la mayoría de los hoteles, y se hacen esfuerzos extraordinarios para mantener la “plantilla laboral” hasta donde sea posible, pues los despidos vendrían a afectar a las familias, pero la expectativa de un repunte de visitantes, ya no es la próxima “temporada decembrina” como en años anteriores, prácticamente las esperanzas en materia turística están puestas hasta principios del año próximo, en cuanto a un “pronóstico” de flujo importante de paseantes, ante el incierto panorama por el Covid-19, y un reiterado cambio al “semáforo rojo” éste 2020 -que ha impactado tanto en salud como a la economía-.
Pasó la temporada vacacional de Semana Santa y ahora el período vacacional de Verano, dos temporadas que años atrás eran de las mejores para la llamada “industria sin chimeneas”, amén de los fines de semana largos, pero éste 2020 “gris” las cosas cambiaron radicalmente.
Entretanto y con puertas abiertas previa “reservación”, como parte de ésta “nueva normalidad” en los establecimientos se han implementado los protocolos sanitarios, al ingresar se toma la temperatura a los visitantes, hay un estricto control de ingreso, tapetes sanitizantes en las entradas, señalética en las instalaciones, recomendaciones para el lavado de manos, el uso de cubrebocas, dispensadores de gel, etc…
Se espera que la recuperación lleve tiempo y que sea hasta principios del próximo año, cálculos que coinciden con lo expresado por el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (CANIRAC), Francisco Fernández Alonso, quien estimó que tardaría aproximadamente un año en regresar a la “normalidad” el sector restaurantero con una reapertura gradual de los establecimientos.Y en el tema de la plantilla laboral por ser el “equipo de trabajo”, también destacó que es “el recurso más importante que tiene un restaurante, es lo que más esfuerzos se hace por mantener”; sin embargo, ante la caída en las ventas, desafortunadamente se calcula “que el gremio va a perder alrededor de 300 mil empleos en todo el país”.Interesante también lo que subraya Fernández Alonso en el tema de “reinventarse” y ser “creativos” en el sector empresarial –tal y como lo dimos a conocer en una Columna anterior-.“Si hablamos en términos financieros, evidentemente no hay manera de que recuperemos éste impacto, sin embargo, nosotros lo vemos también desde otra perspectiva, es una oportunidad de reinventarnos, de hacer las cosas mucho mejor de como lo estábamos haciendo antes, creo que ante la adversidad nace también la creatividad, habrá que aprovechar ésta etapa para ser mejores empresarios, mejores restauranteros, mejores mexicanos, creo que a todos también nos ha servido para darnos cuenta de que hay que aprender a valorar muy bien las cosas, y un virus que ni siquiera vemos ha puesto de rodillas a un gremio, a una sociedad, a un país, al mundo, entonces creo que es algo que debemos aprender a entender y a manejar, y como empresarios debemos hacer uso de toda nuestra creatividad para salir adelante”.
*** Sin duda una crisis sin precedentes en el país, con daños muy superiores a la influenza de 2009 e incluso hay empresarios que afirman que con consecuencias mayores al impacto de un “huracán”, dimensionando la magnitud de la “tragedia” -por la lamentable pérdida de vidas humanas y el duro golpe a la economía-.
*** Desafortunadamente a todos nos ha afectado de una u otra manera la pandemia, como dice una reflexión: “estamos en barcos diferentes”, pero en una misma realidad. Por ello la necesidad de que hoy más que nunca haga acto de presencia la “empatía”…
¡Gracias por el favor de su atención!
D.M. Nos saludamos hasta la próxima entrega.
(Foto: Ilustrativa)