Por: Jesús Alberto Rubio.
En verdad que hoy no alcanzará el espacio y tiempo para reseñarle todo lo sucedido ayer en el homenaje al gran Ronnie Camacho al recibir un trofeo –Guante de Oro—por parte del ingeniero Francisco Padilla Dávila, director del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, quien hizo viaje especial para encabezar tan noble y significativo acto en el salón Señorial del Hotel Gándara.
Admiradores, amigos y colegas de distintos puntos de la entidad acompañaron y abrazaron con mucho beneplácito a Ronnie y su esposa Blanca Sosa, expresándole especialmente al “Ropero de Empalme” su total admiración, respetos y reconocimiento por su enorme legado tras una trayectoria de 20 años como jugador en el beisbol mexicano.
El Ing. Padilla Dávila, en su mensaje, dijo: “A nombre del salón de la Fama del Beisbol mexicano me congratulo estar en este lugar junto a un gran grupo de amigos sonorenses con la finalidad de homenajear y entregar el trofeo Guante de Oro a Ronnie Camacho.
“Para mí es un honor entregarle este importante trofeo a un señorón en toda la extensión de la palabra y el número uno de todos los inicialistas de la Liga Mexicana de Beisbol donde encabeza en la historia del circuito el más alto porcentaje de fildeo con .992.
Aunado a ello, añadió en su mensaje, Ronnie también tiene el récord de más dobles matanzas consumadas para un inicialista, con 1,489.
Esto, amigos, habla bastante bien del famoso pelotero quien el próximo 26 de octubre estará cumpliendo 87 años de edad, pero que su fortaleza, mente, y espíritu lo mantienen firme y sólido como en sus mejores momentos en la pelota nacional, primero como un notable jugador y luego de estratega”.
Excelente, ingeniero.
Y al respecto, les diré algo sabroso y sustancial del nuestro homenajeado respecto a su fortaleza física: no por nada también tiene el gran apodo de “La Roca de Empalme”.
Ok!
Y sí, mañana con gusto continuaré con más conceptos que hizo sobre Ronnie el titular del Recinto Sagrado, quien hoy temprano retornó a la ciudad regia, Monterrey, en verdad del todo contento/satisfecho por los instantes vividos ayer en la gran ceremonia.
Manzo y Eradio
Debo decirle/destacar que en la mesa de honor tuvimos el privilegio de que nos acompañaran dos glorias del beisbol de los principios de la actual pelota invernal: Marco Antonio Manzo y Eradio Burruel, ambos jugadores de los Naranjeros de Hermosillo en lo que fue en 1958 el inicio de aquella Liga Invernal de Sonora.
Imagínese qué honor y orgullo tener a nuestro lado tanto a Ronnie, “El Marciano” Manzo” y a don Eradio Burruel, orgullo de Mazatán, Sonora, donde el estadio de ese hermoso poblado lleva su nombre.
A Eradio y Marco, le adelanto, ya comenzamos a diseñarles un próximo homenaje, ya verá, por todo lo que significan-significaron en su vida activa dentro y fuera del terreno de juego como excelentes peloteros y personas.
Pendientes.
Bien y bien; mañana detallaré más aspectos de la magnífica ceremonia-homenaje en la que también el ingeniero Padilla habló sobre la trayectoria de Ronnie, además del circuito veraniego, en su paso por las entonces ligas Invernal de Sonora e Invernal Sonora Sinaloa, lo cual dignamente le tiene con una placa de oro en el Templo de los Inmortales con sede en Monterrey.
Enhorabuena por todo.