Aunque a causa de la pandemia -y el semáforo epidemiológico- el llamado preventivo de la Secretaría de Salud sigue siendo de no realizar grandes reuniones para evitar los contagios, siempre es bueno recordar y revivir desde casa las bellas tradiciones.
Y es que lo acostumbrado ha sido que los agraciados en encontrar al niño Dios, tendrían que cumplir -como es la tradición- con los tamales y atole éste dos de febrero, “Día de la Candelaria”, y “no se hagan rosca”, como versa la frase popular...
Entre las familias, amigos o compañeros de trabajo, quien encuentra al Niño Dios en la Rosca de Reyes que se parte el 6 de enero debe cumplir éste 2 de febrero, y en lugares donde hay mayor arraigo de ésta hermosa tradición a quien lo encuentra se le pone una corona hecha de cartón y cubierta de papel dorado y se le da el nombramiento de padrino del Niño Jesús.
De tal modo que el padrino deberá vestir con ropas nuevas a la imagen del Niño Jesús, del Nacimiento, y presentarlo en la Iglesia el dos de febrero, “Día de la Candelaria”. Después hará una fiesta con tamales y atole.
Festejos muy emotivos dedicados a la Virgen de la Candelaria, con una procesión, así como el festival cultural y artístico, fuegos artificiales, paseos en lancha sobre el río Papaloapan, etc…
De acuerdo a fuentes consultadas, el término nace del “candelero” que en un contexto de la religión católica significa “luz santa que guía al buen camino”. Se celebra el 2 de febrero, dando así fin al período navideño, pues en dicha fecha se cumplen 40 días después de la celebración de Navidad, nacimiento del Niño Dios.
(Foto Portada: Internet)