Por: Gabriela Guadalupe Salado Rubio.
La tolerancia es un valor que se ha hecho muy presente en las últimas décadas pues su necesidad ha provocado que la inexperta vida de la cual somos poseedores los seres humanos, no logramos comprenderla del todo. Los humanos somos seres que a lo largo de nuestra existencia le buscamos una explicación a todo, pero a veces caemos en la ignorancia, que poco a poco nos lleva a caer en la intolerancia , entonces ¿Está bien exigir esto? los seres humanos somos seres libres y con una mente que puede alcanzar niveles impresionantes, pero lamentablemente nuestra libertad de alguna manera también tiene límites.
La intolerancia ha originado que al paso de tiempo muchos conflictos Sociales, Políticos y Económicos se hayan creado no solo de manera interna en un país, sino de manera internacional también, por lo consiguiente hay guerras, levantamientos armados, plantones y marchas (cabe destacar que esta última es más presente en estos últimos años y es cada vez más común que se lleven a cabo de manera violenta, con ultrajes y malentendidos aunque también hay de manera pasiva), estos conflictos hacen que se tenga una mala imagen de la lucha para la tolerancia y comprensión de la gente. Los estereotipos también tienen mucho que ver en este tema, pues han querido hacer de los humanos seres casi iguales y con una imagen errónea de cómo deben ser las personas y cómo deben comportarse, provocando así desigualdad de ideales.
Hay personas que se dedican a buscar y exigir este valor, pero, en mi opinión ¿Cómo puedes exigir un valor del cual no estoy seguro que practico? o peor aún ¿Por qué exijo un valor del cual no debería, pues según mi constitución yo también lo poseo y las demás personas deben respetarme como yo también lo hago?, son preguntas que estoy segura que la mayoría de las personas no se ponen a pensar y considero que son preguntas clave, no solo por la necesidad de la tolerancia sino también con los valores en general.
La tolerancia también tiene mucho que ver con las creencias y el imaginario social, pues en la manera que se inculcan los valores y como se hacen presente en la vida cotidiana permite que una persona sea de mente más abierta y un ser más comprensible.