Se pensaría que un candidato apoyado por un partido la lleva más fácil, en teoría es cierto considerando que tienen directivos, miembros y una estructura, la cuestión es que entre elección y elección los partidos sobre todo a nivel municipal hibernan, prácticamente desaparecen, conservan sus siglas, casi todo mundo de echa en la hamaca. Si reconozco que hay partidarios fieles a sus convicciones y tradiciones que siempre están presentes, pero son pocos los dirigentes y partidarios que siguen haciendo labor partidista, asumen que su única labor es solo en épocas electorales.
Deberían hacer labores sociales y culturales en beneficio de la comunidad que los vinculen a ella y a la vez su comunidad los identificaría. Analizar de manera cotidiana la problemática de su comunidad, de la región, del estado, del país y del mundo y proponer soluciones. Mantenerse activo en toda tipo de actividades y organizarlas o apoyar a las autoridades y a todo grupo social que se interese en su comunidad. Hay tanto por hacer que resulta incomprensible que se haga muy poco. De tal manera que constantemente lleven a la práctica su programa partidista que cuando se llegue a gobernar estén más involucrados en su realidad y además les facilitaría ir creando cuadros al interior de su partido.
Es posible que alguien diga que en este momento el hubiera no tenga caso y estaré de acuerdo, pero las ideas pueden motivar a que pensando en las elecciones sean imaginativos para crear alternativas de campaña. Ya lo había comentado que los partidos a nivel municipal tiene pocos recursos o no los tiene, pero al que le interesa el tema político o las actividades en pro de su comunidad puede ingeniárselas donde esté, con quien esté y como esté haciendo sus aportaciones, de algo servirá y poco a poco ésta acción primero individual motive a otros a hacerlo. Las letras forman palabras, las palabras textos y estos libros. Un paso nos lleva a dar el otro y así se caminan kilómetros de distancias. Pegar un ladrillo y luego otros nos lleva a construir una casa.
En mi caso aún a 300 kilómetros de distancia con ésta llevo ocho reflexiones, con la intención que a alguien le ayude a motivarse, a reflexionar y si no lo lograra, lo importante para mí es participar, poniendo mi granito de arena en bien de mí querido Tuxpan. De mis apenas 69 años, solamente veintidós años he vivido en mi terruño, pero sigo vinculado con ICTU aportando mí “Identidad Tuxpeña”.
("Un tuxpeño desde la Ciudad de México" / ICTU / 2020).
