Mamá en tiempo de Covid-19

Por: Cesia Carrillo Clemente.
Le pregunté a mi mamá -¿Mami, qué quieres para el 10 de mayo? -  mientras mi mamá hizo una cara que reflejaba pensar en qué decir, mi hermana interrumpió - nada que tenga que ver con viajes - mi mamá respondió - rayos, es justo lo que quería.

Este mini diálogo nos dio risa, porque todo fue de manera sarcástica. Pero la realidad es que no se debe salir. Evitar lo más posible por amor a nuestras mamás. Digo, porque es para celebrarlas. También es nuestro momento. Ese que estábamos esperando para decirles: nada de fiestas, no sales.

Una bondad de estos tiempos difíciles, es realmente ver y valorar en la vida, lo que vale la pena. Algunos tenemos la bendición de tener a nuestras mamás con vida, y aún más, la dicha de pasar estos tiempos con ellas. Por supuesto, hay muchas historias. Quizá otros no tienen esta fortuna, y otros, las memorias son las que pintan esa sonrisa a nuestros rostros.

Quiero tomar este atrevimiento de hablar sobre mi mamá. Creo que así como todos puedo decir: ella es única. Te cuento. No es la típica mamá que dice: soy una mamá luchona, soy esforzada, soy heroína, soy, soy ,soy…

No lo ha dicho. No se echa solita porras, pero creeme, sus hijas (mi hermana y yo) podemos decirlo, es eso y más. Es. Es una mujer excepcional.

No es una mamá que me dice a todo: qué hermosa te ves. Me ha enseñado a tener pensamiento crítico, y porque me ama, muchas ocasiones sutilmente me dice: Hija eso que traes puesto no te queda.

No es una mamá que se ponga siempre de nuestro lado (según nuestro punto de vista) . Da un consejo oportuno y siempre  apuntando a la reflexión de ser mejores. Al final, entre enojos y más, sus consejos me han llevado tener mente reflexiva y aunque en ciertas circunstancias, parezca tener “la razón”, esto me ayuda a aprender y ser lo falible que puedo ser.

No es una mamá que piense a ciegas que su hija no es capaz de romper un plato. Me ha enseñado que incluso nosotros mismos, si nos descuidamos, somos capaces de la mayor de las atrocidades. Por ello, me inspira a continuamente no creer que soy la mejor, sino que mi fragilidad dependa de las fuerzas y fe en Dios.

Hablando de fe. No me ha enseñado a tener rituales religiosos, sino una vida de piedad, que me confronta a diario buscarle y pese a las adversidades, tratar en Él de vivir.

Hablando de integridad. No es una mamá que me enseñe al “fin justifica los medios”. Me ha enseñado a que si una persona se dice ser honesta, respetuosa, etcétera , aún en momentos críticos y aún cuanto más haya presión, una persona que dice ser, siempre lo hará

Es una mamá que me ha enseñado a ver por los demás. Ver las necesidades de otros y ayudar. A ser agradecida aún cuando en tiempos de las “vacas flacas” no tuvimos en abundancia.

En muchas cosas he fallado, no siempre tengo 10 de calificación. A diario me enfrento con cosas donde estoy a prueba de cada consejo. Estoy segura que así estaré a diario en mi vida. Y aunque a veces siento que sus palabras “taladran mi mente” o me muerdo la lengua para no decirle “tenías razón”, siempre en mi corazón y lejos a un sólo día, espero honrarle toda mi vida.

Y para festejarle en este tiempo de Covid...pues les cuento, algo más que me ha enseñado, es a ser creativa. Así hay muchas probabilidades de pasarla genial y celebrarle como merece, aunque creo que quedaremos en deuda...porque jamás acabaríamos de agradecerle.
Compartir:

Copyright © Variedades | Powered by Blogger
Design by SimpleWpThemes | Blogger Theme by NewBloggerThemes.com