Por: Cesia Carrillo Clemente.
Además de la composición ósea, de todos los órganos vitales, y más, no somos humanos por lo tangible. Hay más allá y es la bondad. La bondad es una virtud que inclina nuestro comportamiento a hacer lo bueno. Pero no es lo bueno y ya. No es con filtros en una bondad con selfies, o una bondad con doble intención de manipular. Al final, sería más que simple egoísmo.
No te olvides de Ser humano. Es un tiempo crítico. Lejos de una aparente pandemia, hay una pandemia real, y es que hay una ola de egoísmo, de autoayuda, de autoreconocimiento, de auto..auto, auto… hablo con locura quizá, pero la superación personal, y más, nos ha llevado al borde de la extinción. No hablo de excelsos conocimientos, sino de bondad.
El consumismo y el poder, no sólo de la gente que podríamos decir están arriba de la cadena, sino de nosotros, “simples mortales” nos ha orillado a olvidar lo importante, a cometer atrocidades contra nuestro prójimo, bajo la bandera de “el fin justifica los medios”, pero ¿dónde quedó la bondad?
Tengo en casa un perrito a quien le tengo un especial cariño. Y aunque lo quiera mucho, y tengo de él muchas alegrías, no podría compararlo con un ser humano. He escuchado muchas expresiones diciendo que los animales en muchas ocasiones son mejor que los seres humanos. Y ante específicas circunstancias, parece una razonable y justificada aseveración. Pero quiero decirte, la bondad es una virtud, una característica únicamente de los seres humanos.
He escuchado también, decir que Ya no hay valores como antes. Que ya los niños no son educados como antes. Pero, no es por la comida o algo que estén echando en el aire, se trata que quizá la bondad, ha menguado. Pero, sólo eso, ha menguado. Sin embargo, está en nuestras capacidades. Eso sí, trata por supuesto de derrocar en nuestro interior al Yo. Se trata de derrocar los pensamientos que nos aíslan de ver las necesidades de los demás, y nos han orillado a jugar a “tu casa es más grande que la tuya”.
La bondad, contrario a lo que parece, produce felicidad. Comprobado así científicamente. Pero ojo…esa bondad pura. Que nos hará decir, sí, aún hay bondad.
