Jesús Alberto Rubio
La educación y la actividad física, así como el deporte y la recreación permiten acrecentar de manera sostenible el bienestar y las capacidades sociales al establecer y estrechar los vínculos con la comunidad, las relaciones con la familia y en general el entorno social, generando una conciencia y sentido de pertenencia y aceptación, afirmó la académica universitaria María Elena Chávez Valenzuela.
El deporte, destacó, resulta sin duda un importante facilitador del desarrollo sostenible, reiteró la docente de la Licenciatura en Cultura Física y Deporte de esta casa de estudios, quien se distingue de manera cotidiana por la educación, el fomento e impulso del cuidado y preservación del medio ambiente dentro y fuera del campus universitario.
Como docente profesional formadora de las nuevas generaciones de la cultura, la educación física y áreas afines, planteó que promueve incesantemente, bajo el fundamento central de lo que significa el ser humano y su potencial, el poder lograr en él un ente biopsicosocial, lo cual tiene estricta relación con el medio ambiente.
Estableció que la educación y la formación desempeñan un papel fundamental en la preparación de los futuros profesionales para que se desempeñen con éxito dentro de un nuevo paradigma económico, especialmente para crear la base de competencias que impulse la innovación circular.
Inclusive, dijo que los gobiernos y entidades pertinentes deben promover la integración de la economía circular y el concepto de sistemas sostenibles en los planes de estudio de los centros educativos y de formación profesional.
“Se debe incluir este tipo de estrategia para promover la sensibilización y asegurar el compromiso de la sociedad civil y de los ciudadanos con los principios de la economía circular”, reiteró.
Preceptos sostenibles
María Elena Chávez Valenzuela referenció uno de los preceptos de la Carta Internacional de la Educación y la Actividad Física y el Deporte en la que señala que, al planificarse, ejecutar y evaluar sus actividades, sus encargados y organizadores de eventos deportivos deben tomar debidamente en consideración el principio global de la sostenibilidad, tanto económica como social, medioambiental o deportiva.
En lo que corresponde al Artículo 5 de la Carta, dijo que ésta afirma que todas las partes interesadas deben procurar que sus actividades sean económica, social y medioambientalmente sostenibles.
“La propia Carta insta a todos y en especial a los gobiernos el difundir que sus principios puedan convertirse en realidad para todos los seres humanos”, indicó, haciendo también mención de las organizaciones intergubernamentales, deportivas, entidades no gubernamentales, círculos empresariales, medios de comunicación, educadores, investigadores, profesionales, árbitros, voluntarios del deporte, participantes y su personal de apoyo, así también las familias como los espectadores.
Estilos de vida activa
La académica universitaria refrendó los objetivos de las Naciones Unidas y su Asamblea General que adoptó la nueva Agenda 2030 con 17 objetivos para el alcance del desarrollo sostenible en el deporte, puntualizando en cómo se pueden lograr importantes beneficios en los planos de la salud física, mental, social y económica.
La docente responsable de la asignatura Actividades Físicas y Cuidado del Medio Ambiente en la licenciatura adscrita al Departamento de Ciencias del Deporte y de la Actividad Física, destacó que, en efecto, un estilo de vida activo contribuye a la prevención de las enfermedades hipocinéticas causadas por el sedentarismo; asimismo, a la prevención y a la rehabilitación de los que corren el riesgo de caer en la toxicomanía, la delincuencia, la explotación y la más extrema miseria.
En igual forma, afirmó que el deporte sostenible es una excelente alternativa para disminuir la ansiedad, estrés y depresión, reduce además los gastos de salud, aumenta la productividad, y fortalece la participación ciudadana y la cohesión social.
Chávez Valenzuela también hizo saber que, en proceso de la educación, a través de la docencia y el entrenamiento, se debe estar siempre al servicio del desarrollo humano favoreciendo su desarrollo físico, emocional, orientándolo a una mejor educación e integración social.
Llamamiento universal
Dijo que en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, se debe valorar e impulsar su llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo.
En la entrevista citó algunos objetivos que se relacionan sobre el deporte, educación ambiental, bienestar, agua limpia, saneamiento, energía asequible y no contaminante, industria, innovación e infraestructura de calidad, resiliente y sostenible, acción por el clima y cuidado del medio ambiente, vida de ecosistemas y terrestres, entre otros.
María Elena Chávez se preguntó sobre qué indican las leyes en ese tema en nuestro país, recordando que nuestro país se encuentra dentro de los países miembros que se han comprometido a dar respuesta a los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Al respecto, se cuestionó cómo, a través de qué, quiénes aplican las leyes ya establecidas y brindan los resultados ante las instancias internacionales, además de si el impacto ambiental alguien lo evalúa.
Consideró que con seguridad nuestra educación no está diseñada para ser consciente del grave daño que hacemos al planeta, con todo y que podamos hablar mucho de la sostenibilidad, lo cual dijo es un parteaguas entre lo escrito, lo dicho y lo hecho.
“Todos y cada uno de los seres humanos tenemos la responsabilidad y obligación de cuidar y preservar el entorno para las nuevas generaciones el medio ambiente natural”, puntualizó.
Educación ambiental en la Unison
Finalmente, María Elena Chávez también se refirió a lo que en este gran tema del deporte sostenible ha hecho la Universidad de Sonora a través de la Licenciatura en Cultura Física y Deporte.
Indicó que dentro de la renovación de los planes de estudio hizo el planteamiento de la materia bajo su responsabilidad, la cual fue bien recibida.
Dio a conocer que han pasado 87 jóvenes en dos semestres que han seleccionado esa materia --aun siendo optativa—lo que advirtió hace pensar que el ser humano está abierto a recibir educación ambiental y tiene la curiosidad de saber cómo ayudar al planeta, a nuestro contexto inmediato, además de combinar esos conocimientos con la vida profesional, social y familiar.
Mencionó que el año pasado, en el Congreso Internacional de Ejercicio Físico y Salud, se propuso un cambio al estructurado tradicionalmente, tanto desde el lema, la escenografía y hasta los ejes del programa académico de la carrera, incluyéndose temas, conferencias, participación con ponencias y carteles, siendo ello un logro significativo.
“La estrategia que se utilizó por primera vez en nuestro país, en un congreso internacional realizado en la Universidad de Sonora, fue Cero Residuos, donde se concientizó a todos los participantes de cooperar con el reto establecido, haciendo hincapié, que somos profesionistas que utilizamos el medio ambiente como nuestro laboratorio y aula académica”, citó.
Los estudiantes de la asignatura, indicó, fueron sus “discípulos verdes”, quienes fungieron como supervisores de que en todas las áreas, auditorio, aulas, campos y gimnasios hubiese un cesto de basura “ya que, si recibes limpio un lugar, debes dejarlo igual”.
Ese ejercicio, concluyó, fue un primer paso exitoso, afirmando que ojalá quede como ejemplo-modelo para quienes quieran trabajar por un Sonora con mejor calidad ambiental y sostenible entre escuela-sociedad-gobierno.