Por: Cesia Carrillo Clemente.
Hay quienes nacen con una impresionante habilidad para comunicarse.
Admiro a quienes sacan una plática de la nada.
Cuando hablamos de “plática”, nos referimos a una charla de más de un monosílabo. Es un diálogo donde el emisor y receptor intercambian papeles una y otra vez.
Lo que hace difícil el proceso comunicativo como un flujo de diálogo, tiene que ver con el ruido, que tiene que ver con el entorno, las falta de interés, el mensaje, no conocer el código, etcétera, pero también tiene mucho que ver con que el emisor no sepa abrir una conversación.
Por ello, escribiré algunos consejos para no matar un conversación a la primera:
• Evitemos decir obviedades: Esto es incómodo, de mal gusto, y nos hace parecer poco creativos. Ejemplo: si está lloviendo, decir: “está lloviendo” o ¿Está lloviendo?
• Procuremos ocupar un volumen de voz adecuado desde el inicio de la oración. A veces solemos, por vergüenza o falta de confianza, decir una palabra o una frase inicial, casi susurrando, ejemplo: “hoLA”, o “…estás”
• Evitemos preguntas que tengan respuestas en monosílabos, ejemplo:
-¿Cómo estás?
- bien
Podemos pensar en algo más creativo y específico. Si conocemos a la persona, podemos ser más directos y concretos, como: ¿Cuéntame, cómo te fue en el examen? ¿ Se te hizo difícil?
Además de concretos, podemos agregar una pregunta para contextualizar.
• Nombremos en la oración inicial el nombre de la persona. Si es una persona nueva, obvio es básico preguntarle su nombre, pero debemos asegurarnos de dirigirnos a la persona, como se llama.
• Si estamos en una conversación frente a frente, mirar a los ojos a nuestro receptor, es importante; solo cuidemos de ser incómodos.
• Tratemos de ordenar nuestras palabras, para ser claros. “Menos es más”. Menos palabras de parte del emisor, es mejor para comenzar una comunicación. Esto es, decir todo de una manera clara y concreta.
La comunicación es parte vital del ser humano. Todos tenemos esa necesidad de que nos escuchen, pero no olvidemos lo importante que es escuchar para que realmente se realice el proceso comunicativo.
Otro dato muy importante…nunca te olvides de ser tú mismo.
(Para especificaciones en este artículo, nos referimos exclusivamente a la “comunicación”, como a la comunicación oral).
