Chiapas y Los Libros

Por: Carlos Lozano Medrano. 

Hace algunos meses habló Alejandro mi sobrino y ahijado con mi esposa para invitarnos a los quince años de Valeria su hija, ellos radican en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 833 kilómetros eran un primer obstáculo. Se empezó a comentar entre la familia, quien iría y como viajaríamos, si en avión, en autobús o en automóvil. Hubo varias llamadas. Finalmente la mayoría decidió viajar en avión. Antes de salir elegí dos libros para regalarle uno a Valeria y otro a las hijas de Eduardo, un amigo que esperábamos también ver por allá. El 25 de agosto era el cumpleaños, al final nos avisaron que el primer festejo sería el 26, el despertador lo pusimos a las 4 y media de la mañana y partimos, para mi esposa y para mí era nuestra primera visita a Chiapas, Pedro Ulysses mi hijo manejó las doce horas, él había hecho un viaje anterior cuando fue funcionario de CONAFE.

Llegamos directamente a la casa de los abuelitos de Valeria, ahí hubo esa primera reunión, donde a la quinceañera le pusieron una corona de flores, tradición de allá. A Valeria le mostré los libros: "La vuelta al mundo en ochenta maravillas" y "La historia del mundo", escogió el primero. En el transcurso de la velada la señora Lupita abuelita de Valeria le regaló a mi esposa varias pulseras de hilo, dijo que me regalaría unos libros. 

El viernes quedamos de vernos en la casa de Alejandro, para ir a comer a San Cristóbal. Cuando pasamos la caseta de cobro le indicaron a Alejandro que a cierta distancia habría que desviarse porque había personas obstruyendo el paso, de esos manifestantes que según nuestra autoridades no afectan a terceros, solo a miles. Cuando llegamos al restaurante y bajamos de los vehículos la señora Lupita le entregó a mi esposa una bolsa negra que pesaba, venían varios libros que eran para mí, solo les eché una rápida ojeada. El restaurante muy bonito, servicio a la carta y bufete, éste consistía en 10 platillos típicos, nos recomendaron probar de todos y luego podíamos repetir lo que quisiéramos, todo muy sabroso. Llovió un rato, algunos salimos a caminar, Pedro vio tres resbaladillas de cemento muy empinadas, se animó a aventarse, Alejandro abajo estaba listo para filmar la proeza, todo fue tan rápido, deslizándose a la velocidad de la luz, no se pudo detener, en la parte final de la resbaladilla había agua acumulada que no vió ni vimos, salpicó a Alejandro, Pedro intentó pararse, se fue de bruces y cayó de rodillas en un charco. Después de la sorpresa todo fue risas. Y pa acabarla Alejandro no grabó nada… Más tarde fuimos al centro de San Cristóbal, la iglesia principal protegida con maderas para que los pelafustanes actuales no la pintarrajeen en sus protestas, ni chance de conocerla, mucha gente caminando, mucho local comercial abierto, mucho colorido, fuimos a un parque lleno de puestos con artesanías, ropa bordada muy bonita, artesanía de jade y de ámbar. En algún momento alcancé a oír que Pedro dijo: que no lo vea mi papá, pero ya mi detector de libros estaba activado, era un lugar amplio, cerrado, con venta de libros, eran varios puestos instalados, alguien preguntó y le contestaron que estarían hasta septiembre, tuve chance de un rápido recorrido en algunos puestos, vi varios que me interesaron, minutos después entró Pedro, que ya me estaban esperando afuera, el destino me forzó a elegir Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie.

Ya en casa antes de dormirme hojeé rápidamente los libros que me regalaron:

Narraciones chiapanecas de Martha Poblett, 1999, 220 pags.

Memorias gráficas de las actividades culturales de Chiapas por el Bicentenario y el Centenario, 2010, 231 págs. 

Destino Chiapas de Carla Zarebska, 2009, 443 págs. 

Mi compadre Carlos quería organizar un paseo al Cañón del Sumidero, pero teníamos pendiente de ver a Eduardo, llegando a las once de la noche le llamé, no me contestó, le mandé mensaje. El sábado me comentó que su esposa tenía inquietud de vernos por el covid, le dije que no se preocupara, le mandé la ubicación de donde estábamos y al rato llegó, nos llevó una bolsa de café, fue un gusto verlo, después de varios años que no nos veíamos, aunque hemos mantenido contacto por el whatsapp, estuvimos un rato platicando, especialmente de su reciente viaje a Jilotepec por la muerte de su hermano, le dimos el libro para sus hijas La historia del mundo. 

Más tarde nos alistamos para la fiesta, recorrimos toda la ciudad hasta el otro extremo, un poco complicada pero con el GPS Pedro se fue orientando, nos tocó un poco de lluvia pero cuando llegamos al restaurante resultó que no había energía eléctrica, había caído en una torre cercana un fuerte rayo, esperamos bastante rato. Decidieron iniciar la ceremonia religiosa. Alguien se inspiró y compraron veladores para poner una en cada mesa. Empezó la cena, el grupo musical se instaló y dio inicio el baile Valeria con su papá, luego nos fueron mencionando a los abuelos, los padrinos, los tíos, los primos. Después se generalizó el baile. Finalmente poco a poco los invitados se fueron retirando y de repente llegó la luz, me desconcertó porque el grupo musical estuvo tocando, fue cuando nos enteramos que Arlete había conseguido una planta de luz. 

El domingo fuimos al rancho Tres Maravillas de Víctor padrino de Valeria, antes aprovechamos para ir al centro de Tuxtla, tomé algunas fotos, yendo hacia el punto de reunión le dije a Pedro que pusiera atención para meter un Melate, ya en casa de mis sobrinos confirmamos donde meterlo. Nos adelantamos al Aurrera, nos encargaron refrescos y poco después nos encaminamos hacia la carretera a México, muy bonito, una entrada de palmas de coyol, saludamos a la señora de la casa, nos indicaron que fuéramos hacia unas mesas grandes de maderas centenarias, extraordinarias, con sus grandes sombrillas, personal del rancho acarrearon la comida y que se viene un tremendo aguacero, la mayoría se fue a guarecer a la casa, aun así nos mojamos, al final todos estuvimos en una área techada.

Después de comer las señoras se quedaron platicando, los jóvenes hicieron su propio recorrido, los señores acompañamos a Víctor a un recorrido, nos comentó que tenían una casa antigua, y había una cueva bastante larga con un pequeño rio, recorrerlo ocupa varias horas, que ya no conocimos. Nos mostró unos contenedores que está arreglando como habitaciones para un futuro desarrollo ecológico. Su rancho lo ha ocupada para reuniones con sus hermanos de religión. Una experiencia muy gratificante. Ya oscurecido nos despedimos. La mayoría iban preparados con sus maletas para tomar un poco más tarde el avión a la ciudad de México. Nosotros nos regresamos a Tuxtla y antes de llegar nos agarró otro aguacerazo, el fuerte escurrimiento de agua no dejaba pasar, Pedro buscó alternativas por otras calles y llegamos sin novedad a la casa. El lunes nos levantamos a las cuatro y media, en una gasolinera esperamos a Alex para que le entregara a Mariano, primo de Arlete la llave y el control del portón de la casa que amablemente nos prestó, a la seis ya íbamos tomando la carretera para regresar a la capital. Con nueve horas de viaje acercándonos a Puebla, pensé si pasaríamos a visitar a la familia, Pedro había comentado esa posibilidad, cuando vi que ya íbamos por la fábrica de la Volkswagen ya ni pregunté cuál era el plan. Llegamos a casa a la seis de la tarde, doce horas de viaje, Pedro manejó nuevamente todo ese tiempo. Sara María y yo llegamos muy cansados, con malestares gripales. El martes Alejandro le comunicó a Pedro que su esposa y su hija habían resultado positivos de covid. El jueves fuimos a la Alcaldía GAM a hacernos la prueba, resultamos también positivos, estuvimos en un período de aislamiento, afortunadamente estamos vacunados y los efectos fueron mínimos. Hemos extrañado la alegría de Marijose, aunque si la vemos todos los días por videoconferencia. Una sugerencia o moraleja: atrévanse a platicar con sus familiares y amigos sus gustos, alguna vez habrá la posibilidad que reciban algún regalo, ésta es mi experiencia. Y eso me ha llevado también a regalar Lectura, en el 2012 le llevé Inquietud Nueva al Papa Benedicto.

(ICTU septiembre 2021).
 

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