Por: Jesús Alberto Rubio.
YES!: La tercera vez fue la vencida y que si hay fiesta y regocijo total en Los Ángeles donde también se dio otro gran festejo tras la reciente coronación de los Lakeres en la NBA.
¡Doblete!
Y ya vio: no hubo necesidad de un séptimo juego gracias a tres factores decisivos por Dodgers y uno más, terrible, por los Rays.
Exacto: en especial Víctor González, Julio Urías, y el jonrón del remache de Mookie Betts, las claves de oro para la coronación otoñal de los Dodgers luego de 32 años de espera.
Y por Tampa Bay: la absurda decisión del mánager Kevin Cash de sacar del juego a su pitcher Blake Snell quien tenía total dominio-control del juego con sólo dos hits y nueve ponches tras cinco innings y un tercio.
Una decisión de Cash que nos muestra la diferencia del beisbol de hoy respecto al de antaño cuando a los abridores los dejaban lucirse a lo máximo de principio.
Sí, abridores envueltos en pasión, corazón, fuerza y espíritu victorioso que los llevaba a concluir sus juegos ---¿recuerda al “Toro” Valenzuela?-- mucho más allá de la frialdad que se ven estos días donde domina la estadística, tanto en número de lanzamientos al plato y otros factores que se llevan de la mano con la famosa y vigente sabermetría que ayuda a tomar decisiones.
“Es el beisbol del siglo 21”, dicen.
Lo cierto es que salió Blake Snell, molesto, obviamente, y adiós séptimo partido.
Caray, qué falla de Cash.
Desde anoche y todavía hoy, of course, le siguen críticas por retirar a Snell, tal cual sucedió con Dave Roberts cuando en el cuarto choque “fue por Urías” al instante en que solo le faltaba un out para concluir el quinto episodio, una lamentable historia que ni recordarla.
Gran vaticinio
Le diré algo de mi buen vástago Jesús: cuando el juego iba en la quinta entrada me pronosticó lo que minutos más tarde vimos: “una vez que remuevan a Snell, la cosa cambiará”, mencionándome exactamente lo que sucedió.
Y claro que coincidía con él.
Como buen maestro, comunicólogo egresado de la Unison y conocedor en la materia, sabía de qué hablaba: triunfo para Víctor y salvado de Julio… ¡y con qué actuaciones! ¡Bien, Jesús!
A ver:
Lo visto, –permeado en sentimiento y emoción-- nos habló de un Julio César Urías que le puso el toque final a su histórica actuación en la postemporada 2020 de la mejor forma posible:
Montado en la lomita y celebrando el ponche que le propinó al dominicano Willy Adames en el 9no inning para cerrar el Juego 6 de la Serie Mundial, condujo a los Dodgers ese ansiado título que no conseguían desde 1988.
Urías, de apenas 24 años, es el lanzador más joven en salvar un partido que le da la Serie Mundial a su equipo desde Steve Howe, también con los Dodgers, en 1981.
Es además el segundo pitcher en la historia con cuatro triunfos y un juego salvado en la misma postemporada, algo que hasta ahora sólo había conseguido Madison Bumgarner para los Gigantes en el 2014.
¿Y por qué razón Mookie Betts fue también factor? Uff!; marcó diferencia en la Serie Mundial: primero con desenfrenada carrera al plato y luego el cuadrangular para el 3-1 definitivo. Mookie anotó la carrera de la ventaja en un rodado a la inicial de Corey Seager (JMV de la serie) en el sexto inning y luego abrió la novena con su cuadrangular que amplió la delantera de los Dodgers… y bye bye Rays. Y todo, exactamente, en su debut con Dodgers, amigos, tras su arribo este año procedente de Boston, la Nueva Inglaterra, donde ni me pregunte si lo extrañan.
Dos Links:
Randy Arozarena hizo prácticamente todo durante una postemporada brillante con los Rays. Pero no pudo ganarlo todo: https://momentodeportivord.com/?p=128840
El siglo cerró con ganadores y perdedores sorpresa. En 1991, en ambas ligas tuvimos equipos que fueron del último lugar en la temporada anterior, al primer lugar en este 1991... más en: www.beisboldelosbarrios.com