Honor a grandes protagonistas del béisbol

* Aurelio y Huevo Romo

Al Bat

Por: Jesús Alberto Rubio.
Ya lo había comentado con anterioridad, verá:

Vi anoche en una escena de un noticiero televisivo el monumento a Aurelio Rodríguez en Cananea.

La verdad, lamenté ver esa pobre escultura a tan grande jugador nativo de esa histórica ciudad.

Aurelio no se merece ese tipo de obra.

Y pasa el tiempo y allí está a la vista como si nada pasara.

Ahora bien: una entidad con riqueza de cobre…pudiéramos pensar en lograr el material pero fácil para dignificar la figura del gran tercera base Salón de la Fama del Beisbol de México.

Incluso, tiene nicho de oro en el Salón de la Fama del Béisbol Latino.

Mire su historial:


Y le digo:

Aficionados, circuitos, comunicadores (Asocrodes/delegación Cananea); autoridades deportivas, Compañía Minera… suficiente: todos pueden colaborar para enaltecer el recuerdo de Aurelio mediante una estatua digna de su figura e historia en el beisbol de México, Estados Unidos y El Caribe.

No comprendo ni acepto la razón de mantenerse en pie esa estatua de Aurelio tan… no sé en verdad cómo calificarla.

¡Manos a la obra, amigos de Cananea… !

Huevo Romo

Esta como lo que sucede en Guaymas y su relación con el también inmortal Vicente “Huevo” Romo:

Me gustaría saber si una calle, avenida o calzada –por citar rúas--  lleva su nombre como reconocimiento a su enorme trayectoria y ser hasta la fecha el mejor lanzador mexicano de todos los tiempos.

No sé si algún estadio de beisbol amateur  lleva su nombre –me parece hay un campo de softbol llamado Vicente Romo--, pero hasta ahí.

En efecto, Romo nació en Santa Rosalía, pero creció y se incorporó a la pelota allí con Guaymas para comenzar un registro por demás notable.

Nuestro amigo Bulmaro Pacheco una vez escribió de Romo:

“Para 1952 la vida en Santa Rosalía, Baja California Sur, era mucho más dura que en Guaymas: Mucho aislamiento, pobreza, falta de abasto de las cosas esenciales para la sobrevivencia e incomunicación. Por eso, cientos de familias emigraron a Guaymas  buscando mejorar sus vidas. Así fue como a principios de los cincuenta del siglo XX llegaron al sector “Las Golondrinas” del puerto, don Santos Romo Urías y doña Rosario Navarro Romo, donde lograron completar a sus once hijos, entre ellos Vicente.

Vicente empezó a jugar beisbol llanero –en San Germán– mientras alternaba los estudios en la primaria Gaspar Zaragoza, del sector Golondrinas. “Jugaba la tercera base, y un día que no llegó el pitcher abridor, el manager me mandó llamar y me gustó”, afirma. “Con el tiempo empecé a participar en el beisbol amateur hasta que Corito Varona, el recordado buscador de Tigres de México, me contactó para jugar en el beisbol profesional”.

Vicente debutó en 1961 bajo la tutela de Memo Garibay con Tigres de México y en Guaymas con Manuel Magallón como manager de los Ostioneros. Después iría con los Yaquis y completaría 14 años con los Tomateros de Culiacán”.

O sea…

Grandes números

No necesito decirle: en la LMP es líder de por vida en triunfos (182), efectividad (2.38) y en ponches (2,038),   todo en  24 temporadas.

O sea, es el poseedor de la triple corona de pitcheo de por vida en el beisbol de invierno.

Los datos nos dicen: logró 400 victorias en los circuitos de verano (LMB) y de invierno (LMP); en ambas ligas fue Novato del Año, y participó en 9 Series del Caribe con Hermosillo, Obregón y Culiacán.

Imposible no mencionar su NO NO combinado con Emilio “Pollo” Ferrer y el primer juego perfecto en la Liga Mexicana del Pacífico.

Por algo es miembro del Recinto Sagrado del beisbol mexicano; del Latinoamericano y el del Caribe…

No terminaría.
Hoy, simple y sencillamente me pregunto si en Guaymas se tiene a Vicente Romo en un lugar especial y se considera el valor de perpetuar de alguna forma más digna su enorme trayectoria.

Y ello, sin penar en Alfredo Ríos, Enrique Romo, Jorge Rubio, Miguel Fernández, Manuel Magallón, Memo Frayde, Armando Murillo, Lorenzo López, Kiko Castro, "El Indio" Bernal, Arturo Cacheux, Ronnie Camacho, Pepe Leyva, Ramsés Chena, entre otros estrellas del beisbol de la Invernal de Sonora y Sonora-Sinaloa cuando fueron los campeonísimos Ostioneros.

Pero, por hoy, pienso en Vicente “Huevo “Romo Navarro.

Díganme paisanos.


Honor a grandes protagonistas

Llegaron respuestas, por demás interesantes, sobre los temas abordados, lo cual se agradece:

Juan Antonio Jasso Rodríguez: 

JARS, buen día. Leyendo con atención tu columna me lleva a una reflexión. Además de sumarme a tu reclamo, expreso también a la admiración de una labor altruista y desinteresada que hiciera nuestro compañero y amigo Marco Antonio Rodríguez (Kilochas), referente a la tumba olvidada de aquel gran pitcher mexicano y hacedor de muy interesantes hazañas en nuestro beisbol como lo fue Juan Suby, quien muriera en Esperanza Sonora hace 25 años, en una situación de indigencia absoluta y abandono total.

¿Qué fue lo que hizo nuestro amigo Kilochas en el año 2018? Al darse cuenta de la situación de abandono en que se encontraba la tumba, se dedicó a pedir apoyo económico de quienes al igual que él, amaban nuestro deporte y admiraban o llegaron a admirar a esos héroes que escribieran la historia del beisbol mexicano. Llegó a juntar $ 8,000.00 aproximadamente.

Con esta cantidad, logró lo que él deseaba para que la tumba tuviera una imagen digna. Los familiares fueron invitados a ver la obra una vez concluida. Igualmente lo hicieron quienes apoyaron al Kilochas en esta noble acción.

La admiración y agradecimiento de los familiares fueron evidentes.

Este ejemplo, Jesús Alberto, es el que me gustaría surgiera de tu columna de gente de Guaymas y Cananea cuando lean la misma. Solo que aquí hay un ingrediente que debe surgir de manera espontánea.  Se llama amor a tus ídolos. No quiero que tu mensaje se vaya al aire como un grito en el desierto. Veremos cuantos Kilochas se manifiestan en Cananea y Guaymas y digan, “Yo   lo voy a hacer”. Saludos mi estimado JARS y Feliz fin de semana.

Florentino Duarte:

El gran Aurelio en verdad merece algo mejor que esa distinción y ni se diga Vicente "Huevo" Romo. Sí, un gran reconocimiento.  Don Héctor Espino, el de Chihuahua, y su cariño es de Hermosillo; Vicente, de Santa Rosalia y su cariño y trayectoria en Guaymas.

Dos grandes del beisbol, lo máximo, y por supuesto, aclaman un merecido reconocimiento...

Jorge Cervantes Jáuregui:

Comentarte que el viernes cumplí  40 años de laborar en la Universidad de Guanajuato. Doy gracias por ese privilegio.

Como lo hemos comentado de aquel programa de radio "Calentando el brazo", con Kid Alto, pues ya estamos en esa fase para la jubilación e ir "recogiendo los bats", de lo que precisamente luego te compartiré una anécdota a raíz de la cuál he tomado la expresión para aplicarla en distintos casos. Anécdota entre "La Pulga" Robles y Armando "Picos" de León.

Por el whatsapp te haré llegar unas fotografías del viejo Guanajuato, con fondo musical de la canción que se considera el himno de la ciudad de Guanajuato "Tierra de mis Amores", interpretada por una de las Estudiantinas, grabada originalmente por la Estudiantina de la Universidad de Guanajuato a mediados de los años 60. Autor Chucho Elizarraraz (+).

Ten un gran día. 

Eradio Burruel Tánori

A propósito de años, este domingo don Eradio Burruel llegó a un aniversario más de su fructífera vida, por lo cual van mis mejores felicitaciones, cálidas y fraternas para él, gran Naranjero de Hermosillo en la década de los años sesenta.

Ya lo he dicho muchas veces: Eradio formó parte de los Naranjeros bicampeones en el inicio de esa década, precisamente bajo el mando de Virgilio Arteaga.

También jugó con Mayos de Navojoa, todavía en la Invernal de Sonora, y los Broncos de Reynosa, en la Liga Mexicana.

Del amigo Burruel le compartiré una historia escrita por el historiados del beisbol Marco Antonio Rodríguez (Kilochas). Espérela y verá.

El nuevo teclado

Finalmente, amigos: ya llegó el teclado nuevo para esta laptop y adiós problemitas de los cuales le hablé hace unos dos-tres días.
Sólo falta la instalación y vámonos recio.

Agradezco el respaldo/atención y disposición de los maestros de Cecytes, René Preciado Ruiz y Jesús Alberto Rubio Guzmán.

Gracias.
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