La bajada es por atrás…

Por: Cesia Carrillo Clemente.

Hace unos días venía leyendo en el camión camino a casa. Resaltaba una parte donde se hablaba de la ignorancia pluralista. Es decir lo que se da cuando un grupo de personas actúa de una manera determinada, porque piensan equivocadamente que el resto lo entiende y acepta.

Este fenómeno social fue planteado muy bien, aunque aún no se tenía el término, en el cuento infantil de Hans Christian Andersen, llamado: “El Traje nuevo del Emperador”. Seguramente lo conoces.

Venía leyendo y en mi mente una cierta jactancia de pensar sobre mí, que casi siempre ando en la contra de muchos. Llegaba casi la hora de bajar del camión. Vi el letrero que cada día leo: “La bajada es por atrás. Gracias”. Pensé, cómodamente que “’casi siempre”  obedezco a ese letrero.
Cuán rápido cae un hablador. Al levantarme decidida de mí asiento; más personas lo hicieron. Yo estaba en los asientos de el frente. Pero las personas de atrás que también se levantaron para bajar del camión, caminaron por el pasillo para salir por la puerta delantera. ¿Qué crees que hice? Mi mente hizo toda una tesis filosófica en ese instante. Con nervios, decidida y seguramente si mis pensamientos hubieran tenido altavoz, la gente hubiera pensado lo loca que estoy. Pero sí, decidí ir con ellos y bajar por la puerta delantera.

Triste mi situación, ¿no?. Quizá no es para tanto. Pero aún tenía un par de cuadras que caminar a casa y fue un momento donde Dios me dio una gran lección. No porque tenía que equivocarme para aprender. Sino que en su misericordia, los que amamos a Dios todo ayuda a bien.

Aprendí que por supuesto no puedo confiar en mi “firmeza”. No se trata sólo de No querer, sino de que No puedo, y aún para algo pequeño, la fuerza y guía proviene de Él.

Es muy fácil hacer las cosas cuando todos las hacen. Nos sentimos más cómodos. Podemos estar haciendo algo que a nuestra mente parece estar bien, sólo porque todos los hacen. Pero debemos entender que la Verdad, así alguien quiera cambiarla, siempre es Verdad. Así alguien diga ver un color pardo, cuando el color es negro. Sean miles de personas que afirmen que es pardo, el color real, nunca cambiará.
Ir en contra de una cultura es difícil. Por supuesto es más fácil decir como una canción: “Soy así, así nací y así me moriré. Nunca cambiaré”. Creo que eso es triste pero a la vez parece ser aplaudido por las masas.

Lo más tremendo de esto. Es que aún podemos estar haciendo cosas buenas, asintiendo el seguir un camino correcto. Pero sólo porque vemos que otros lo hacen. Sin embargo, ¿De qué sirve si no entendemos?, ¿Sí sólo lo hacemos porque otros lo hacen?.

Vale más cambiar desde el interior, cambiar de mente, lo que nos lleva sí o sí a cambiar acciones. Esto con una decisión a pesar de que no todos lo hagan. Pero es más fácil cambiar acciones antes que el interior y mente. ¿Y por qué es más fácil?, porque eso no nos confronta. Pero tarde o temprano, eso nos lleva a ceder y en un momento las acciones se vuelven una carga y mejor decidimos conformarnos con el pensamiento pluralista.
Seguir a Cristo, es tener valentía. Valentía que irónicamente no tenemos. Porque socialmente buscamos ser aceptados. Para ello necesitamos un rendición total y sabernos débiles, porque Él se perfecciona en nuestras debilidades. Seguir a Sus Palabras. Que nos son promesas vanas. Sino que somos aceptos ante el Padre, por una eternidad. Y no sólo simple aceptación momentánea.
Compartir:

Copyright © Variedades | Powered by Blogger
Design by SimpleWpThemes | Blogger Theme by NewBloggerThemes.com