Por: Camilo Hernández.
Al cumplirse recientemente el 117º Aniversario del Natalicio de un “orgullo veracruzano” como es el famoso compositor, Francisco Gabilondo Soler “Cri-Cri”, cuyas canciones y personajes han disfrutado desde la infancia muchas generaciones, hay aspectos sobresalientes que deseamos compartir.
En su natal Orizaba es muy querido y recordado, a lo largo de una de sus principales avenidas se pueden apreciar figuras escultóricas de los personajes más representativos de su obra artística, además en su honor hay un parque ubicado afuera de la casa en que nació y donde vivió hasta los 22 años que lleva su nombre. Así mismo, en el Palacio de Hierro que está localizado en “el corazón” del hermoso “Pueblo Mágico” existe un reloj que cada hora toca las canciones más populares de Cri-Cri.
Don Francisco Gabilondo Soler nació el 6 de octubre de 1907 en Orizaba, Veracruz, y falleció en Texcoco el 14 de diciembre de 1990. El personaje de “Cri-Cri, el Grillito Cantor” que toca un violín en forma de árbol fue creado por el compositor mexicano en 1934.
El legado musical del ilustre orizabeño son más de 240 canciones además de sus cuentos, y un extraordinario lugar para recordarlas es sin duda el “Museo de Cri-Cri” que es parte del formidable recorrido por el “Poliforum Mier y Pesado” (Castillo de Orizaba).
Para chicos y grandes, pero muy especialmente para los niños el instante más emocionante es ir al encuentro con “el Grillito Cantor”, un espacio donde pueden escucharse sus inolvidables canciones y ver a los simpáticos personajes de sus populares melodías: “El Ratón Vaquero”, “Caminito de la Escuela”, “La patita”, “Cochinitos dormilones”, “El Ropavejero”, “El Chorrito”, “La Muñeca Fea”, “Di por qué”, etc…
En el referido lugar de esparcimiento familiar también hay partituras y la letra de algunas de sus canciones, un violín, por supuesto la figura emblemática de “el Grillito Cantor”, así como juegos para los niños.
Definitivamente volver a escuchar sus canciones que han sido “clásicos infantiles” traen a la memoria aquellos tiempos de la niñez en que nos inspiraban, por eso nunca pasarán de moda, su legado quedó para siempre y es un buen motivo para visitar el Museo donde se le rinde tributo a un referente en la creación musical infantil, considerado como uno de los más grandes compositores de México.
Además se ubica en el interior de un edificio que por su belleza arquitectónica parece de “película”, pertenece a la Fundación “Mier y Pesado”; mismo que está perfectamente conservado pese al paso del tiempo y con extensos jardines que se prestan para pasar un relajante momento familiar o de descanso para grupos de viajeros/turistas, además de su valor histórico, es muy agradable una caminata en sus hermosos jardines, y tomarse la foto del recuerdo de una inolvidable visita junto a las letras del maravilloso “Orizaba” que tiene “magia”, hay mucho que conocer y visitar en la “Región de Las Altas Montañas”…
D.M. Nos saludamos hasta la próxima entrega.