Con la irrupción de Xóchitl Gálvez, en el adelantado escenario electoral le volvió el color a los dirigentes partidistas de la oposición y se despintaron los suspirantes oficiales. Hay un principio de fenómeno político en torno a la brillante y sagaz Senadora.
La mayoría la está descubriendo y le basta con su estilo directo y valentía para llenar un hueco profundo entre los opositores que ya se estaban resignando a jugar un papel testimonial en la elección del 2024. Les volvió el color pensando en sus registros, prerrogativas y plurinominales.
Falta que se elija realmente a Xóchitl y que le acepten sus propuestas de candidaturas, ahí se verá el tamaño en la voluntad democrática de los líderes de partidos. Normalmente son patrimonialistas y excluyentes. Ya se verá muy pronto. En tanto se sacudió el tablero político mexicano. Todo pinta para una competencia real en el 2024. Apenas se vislumbra lo que puede ser un fenómeno social y político similar al de Cárdenas en el 88, Fox en el 2000 y AMLO en el 2018. Habrá diferencias y similitudes entre esos procesos electorales. Todo depende de esa energía ciudadana capaz de movilizar conciencias y contagiar al pueblo. Si la gente se decide habrá dos opciones de poder. Hay un damnificado momentáneo en la figura de MC que arrastra errores graves desde haberse ausentado de las elecciones de Coahuila y el Estado de México. Por el momento no cuenta ni se ve. Sin alguna figura de ruptura en morena o sin Colosio como candidatos presidenciales el panorama se les complica mucho. Es una situación delicada para MC; está por verse qué jugada se le ocurre a Dante, todo un mago de las imágenes.
Es obvio que la irrupción de Xóchitl incomodó al gobierno federal y a su clase política, no lo disimulan. Cometen un gravísimo y torpe error de atacarla. Así la hacen crecer involuntariamente. Es la soberbia y voz única lo que lleva al morenismo a convertirse en propagandistas de tan distinguida dama. Descienden a la infamia y se hunden en la carencia de escrúpulos. No hay forma decente de avalar o ser omisos ante el papel grotesco de gente como el Fisgón. En el 88 presentaron en la televisión con Zabludovsky a unos hermanos de Cárdenas, para que lo cuestionaran por haber roto con el PRI y “ traicionado” a Lázaro Cárdenas. No les sirvió de nada. Ahora cometen el mismo y obvio error; dicen bien que lo que no te mata, te engorda. Exhiben abusos de poder y miseria moral. Se van a arrepentir. Esa película prepotente ya la vimos.
Anotación al margen: un desastre la campaña de Claudia Sheinbaum. Sus mítines son añejos e intrascendentes. Pierde imagen y fuerza, no tiene cualidades de oradora en plaza pública. La están perjudicando. Lo único que explica esa estrategia es que sea un deseo del presidente y ella lo quiera complacer. Es un error gravísimo. Otros aspirantes, como Marcelo y Monreal, muestran acciones más acordes a estos tiempos: no acarreos ni condicionamiento de programas.
Finalmente se observa una tendencia a una competencia real, sin descartar a MC que puede recuperar terreno con alguna ruptura en morena. Si así fuera se puede dibujar un escenario de tres tercios donde gana el tercio mayor. Otro efecto sería que se esfume la pretensión oficial de ganar mayoría calificada en el congreso. Bienvenida la competencia electoral, es por el bien de la democracia. La reacción morenista los pinta de despistados y abusivos y los despinta en su compromiso supuestamente idealista y regenerador.
Su comportamiento en general es mucho peor que en los tiempos del todo poderoso PRI. No tienen de otra: van a tener que convencer y argumentar, a respetar y ser tolerantes, pero sobretodo a prepararse para perder en su caso. Siendo una clase política oficialista y hueca es difícil que puedan competir honradamente. Se bajarán de la nube por las buenas o por las malas, pero en cualquier caso con votos.
El escenario para el oficialismo ya sin el presidente es desolador. Van a quedar huérfanos. Sin la retórica del poder, ya desgastada, serán tratados como uno más y tendrán que dar la cara. Para los demás no hay piso parejo.
Recadito: Urgen acciones reales para garantizar el agua en Xalapa.