Por: Camilo Hernández.
Quien ha visitado Tuxpan y no se ha tomado un timbakey, algún refresco de frutas naturales o una horchata bien fría con canela encima en el Parque Reforma no ha saboreado lo tradicional, acompañados con los platanitos, churritos, palomitas o cacahuates de cascara, una deliciosa botana, amén de la ensalada de fruta.
Caminar por este emblemático Parque es recordar momentos inolvidables, pues quienes vivimos aquí, más de alguna vez desde niños hemos ido con la familia o los amigos a disfrutar de las delicias que ahí se venden y platicar de todo un poco, y así ha sucedido de generación en generación, tras el paso de los años.
A solo una cuadra del bulevar y sobre la avenida Juárez, ahí está viendo pasar el tiempo ese espacio de recreación familiar en el “corazón” de Tuxpan, que recobra vida principalmente los domingos, pero que tiene actividad en mayor o menor proporción prácticamente cualquier día de la semana.
En el devenir del tiempo ha sido varias veces remodelado, pero el hecho es que hasta nuestros días conserva su esencia, esa parte que lo hace especial, ahí están los carritos de las palomitas y el timbakey ha cambiado de vaso, pero no de ingredientes y sabor, sigue siendo el mismo, tan exquisito como siempre con la grosella y plátano licuados con leche.
En plática con adultos mayores, nos comentaban que en su época era el principal lugar de paseo, iban principalmente los domingos y caminando no paraban de dar vuelta a todo el Parque charlando con los amigos o la pareja, eran aquellos tiempos que quien tenía unos pesos más podía disfrutar de una “tarde de película” -en el Cine Castillo que se ubicaba enfrente-, otros en cambio preferían solamente ir a pasear.
Con su kiosco en el centro, el referido Parque permanece con los brazos abiertos al turismo que visita este puerto, y desde siempre se ha caracterizado por ser uno de los principales sitios de reunión de chicos y grandes.
Además, en tiempos de campañas -frente a este- sobre la avenida Juárez se organizan los acostumbrados mítines para mostrar el “músculo político”, el arrastre en vísperas de elecciones, principalmente para los cierres de campaña de los candidatos.
*** Pasando por el Parque Reforma a comprar unas bolsitas de platanitos, y churritos -que dicho sea de paso se los recomiendo a quien no los ha probado todavía-, pensé en cuántas generaciones ha visto pasar ese lugar de esparcimiento familiar, cuántas vivencias, cuántos momentos agradables, cuántas pláticas amenas, cuántas parejas de enamorados, ¡caray!, si el Parque pudiera hablar, seguramente tendría muchas historias que contar…
¡Gracias por el favor de su atención!
D.M. Nos saludamos hasta la próxima entrega.
