Por: Jesús Alberto Rubio.
Leopoldo García Ortega y Gustavo Lorenzana Durán, profesores investigadores de la Licenciatura en Historia de esta casa de estudios, evocaron hoy con suma emoción la memoria de los Niños Héroes defensores del Castillo de Chapultepec de la capital del país, quienes, afirmaron, lo hicieron con honor y gloria por la soberanía del territorio nacional ante la invasión norteamericana el 13 de septiembre de 1847.
Sus conceptos claros y firmes destacaron con profundo significado el legado de aquellos seis cadetes para la posteridad de nuestra patria, quienes pasaron a la historia por su valentía y sentido de amor por México a pesar de su corta edad, señalaron.
García Ortega expresó que el hecho de que los jóvenes cadetes lucharan y permanecieran al frente contra el enemigo del norte en la defensa del Castillo de Chapultepec y de México ante el invasor, demostró que también eran fieles a la bandera y sus ordenanzas militares.
“Su intervención, patriótica y sublime, fue un momento en el cual se quedó grabada en la historia su actuación como defensores de la patria”, puntualizó.
Hizo referencia a que durante la invasión norteamericana de 1847, provocada por el expansionismo norteamericano y la idea de apoderarse de los territorios del norte, previamente el 20 de agosto de 1847 la nación tuvo que aprestarse para enfrentar a los enemigos, entre ellos, el entonces vicepresidente de México Valentín Gómez Farías, quien se enfrentó al ejército invasor en la Batalla de Churubusco.
Los errores del presidente Antonio López de Santa Anna, dijo, permitieron que el ejército comandado por Zachary Taylor llegar a las puertas de la Ciudad de México.
Fue así como en el Castillo de Chapultepec, sede entonces de las instalaciones del Colegio Militar, recordó, un grupo de cadetes tomaba sus lecciones al momento de la invasión, los que con arrojo y valentía hicieron frente a los invasores norteamericanos quienes por su superioridad numérica y de armamento los vencieron.
“Su decisión firme de defender al suelo patrio reflejó su ideal de que ningún invasor lograra dominar nuestra nación para poder sentirnos libres y soberanos ante las demás naciones”, sostuvo.
Ortega García mencionó la tradición recogió los nombres de seis de los alumnos, a quienes el pueblo con gratitud ha llamado “Niños Héroes”, que murieron, enfrentando cuerpo a cuerpo al invasor: el subteniente Juan de la Barrera y los cadetes Agustín Melgar, Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez y Juan Escutia.
Una lección histórica
Por su parte, Lorenzana Durán destacó el valor histórico y lo que representan para México los Niños Héroes.
De inicio, señaló que los cadetes del Colegio Militar, junto al general Nicolás Bravo al mando del ejército y los guardias nacionales al mando de Santiago Xicoténcatl, enfrentaron al ejército invasor estadounidense, todos ello, cumpliendo con su deber de patriotas: defensa de la Patria ante la agresión extranjera.
Subrayó que la acción de los cadetes llamados también por una parte de la historiografía mexicana como niños héroes, se convirtió con el paso de los años, en el emblema del incipiente nacionalismo mexicano y de la resistencia ante una indebida e ilegítima agresión.
En relación a lo que ellos representan en la historia de nuestro país, advirtió que su acción de heroicidad sirvió para la construcción de un acto sublime para hacerle frente a la derrota infligida por el ejército estadounidense a las armas nacionales de aquella época.
“Desde la historia oficial nacionalista, los gobernantes mexicanos se han dedicado a divulgar este hecho hasta el cansancio”, advirtió.
Enseguida, se preguntó: ¿Los niños, las niñas, los jóvenes y las jóvenes, los adultos y las adultas mexicanos y mexicanas, en caso de que nuestro país fuese invadido por un ejército extranjero, emularían a los combatientes en la batalla del Castillo de Chapultepec?”.
(13 de septiembre de 2022).