En la noche de angustia
y plenilunio,
un grito contenido
se escucha en la silente costa.
Millares de peces sobrecogidos
salen de su refugio.
Es el mar,
que en asonada nocturnal
rinde protesta,
a la barbarie civilización humana.
Las caracolas con aullidos sordos,
suspenden su doliente sueño.
Algo pasa en las entrañas del océano
que:
la luna amedrentada
se refugia en las sombras
para ya no ser testigo.
Es la hecatombe trepidante,
que masacra lo que vive.
Y luego…
Todo en calma.
El mar apaciguado,
ha dado rienda suelta
a su indómito poder.
Y ahora…Nada…