Por: Camilo Hernández.
Ante una nueva “ola de contagios” tras la temporada decembrina, con varios municipios veracruzanos que regresan a “semáforo rojo” y la obligada reducción de la movilidad, entre la alerta preventiva en el Estado y la aparición de una nueva cepa del virus en el país, el insistente llamado a la población por parte de las Autoridades Estatales y Federales sigue siendo de “no bajar la guardia”, y seguir implementando las medidas preventivas en éste frío comienzo de 2021.
Una de ellas en las que ha habido resistencia entre algunos ciudadanos, es el “uso de cubrebocas” al salir de casa. Al respecto, desde éste espacio hemos venido haciendo eco al llamado de la Secretaría de Salud, a fin de que por el bien de todos, se mantengan dichas medidas de prevención como es también el lavado constante de manos y la sana distancia para poder superar la contingencia sanitaria entre el “esperanzador” anuncio de la distribución de las primeras dosis de vacunas a los Estados.
Llegó 2021, un nuevo año al que se le dio una gran bienvenida con la confianza de que las cosas mejoren paulatinamente en los rubros de salud y economía, desafortunadamente 2020 “heredó” una pesada carga con la pandemia.
Y ésta “temporada invernal”, tal y como era de esperarse, ha sido desfavorable para la situación que se vive, pues es cuando más aumentan las enfermedades respiratorias agudas en general -como muestran los indicadores de salud-; de tal modo que los hospitales y clínicas están llegando al máximo de su capacidad en atención hospitalaria de pacientes -así lo ha dado a conocer la SSA-. De hecho, las campañas de vacunación contra la influenza estacional han sido de gran ayuda en éste sentido desde hace varios años.
Es preciso mencionar que desde el inicio de la pandemia en la calle pueden apreciarse algunas personas que no usan el cubrebocas o lo usan de manera incorrecta, y al toser o estornudar incluso no lo hacen con el antebrazo, situación que pone en riesgo a todos a su alrededor.
Peor aún, lo que nos expuso una persona, que al acudir a su Unidad de Salud, un enfermero portaba de manera incorrecta el cubrebocas, y al estornudar había pacientes en espera de atención médica, ejemplos son varios, situaciones que complican el poder frenar la propagación del virus, por eso el atento y respetuoso llamado de acatar las reglas indicadas desde el Gobierno Federal.
Es lamentable que pese al aumento en el número de casos confirmados y defunciones, tanto en Tuxpan como en diversas Ciudades, hay personas que se resisten al uso del cubrebocas -mascarilla- en gran medida influenciados por los rumores que se han propagado a la velocidad de la luz en las redes sociales, por ejemplo, en el sentido que causan/desencadenan otro tipo de enfermedades ante la “falta de oxigenación”, también porque supuestamente “no hay argumento científico que proteja contra el Covid-19”, o simplemente porque no les gusta usarlo, etc...
Por su parte, la OMS -Organización Mundial de la Salud- ha sido categórica al afirmar que es una de las medidas preventivas eficaces en ésta pandemia para reducir los contagios en todo el mundo, por lo cual recomienda su uso.
A nuestro parecer es una clara herramienta para evitar contagiar y ser contagiados -por las gotículas al hablar, toser o estornudar-. No es de hoy, ya en la época de la “la gripe española” (pandemia de influenza de 1918), se utilizaron -hasta en el deporte-, así consta en los antecedentes históricos.
Es muy necesario tener un sentido de responsabilidad y concientización de que su uso es importante, no sólo para quien lo usa, sino para su familia y terceros con los cuales se interrelacione.
Salir a la calle con el cubrebocas -y cuando sea posible careta- colocado es una forma de tener “responsabilidad ciudadana” en estos tiempos de pandemia, pues se reducen las posibilidades de ser uno más de la estadística en los crecientes casos del Covid-19, junto con otras medidas preventivas como es el lavado de manos frecuente con agua y jabón, usar gel antibacterial o sprays desinfectantes, y salir de casa sólo para lo necesario. En la medida de lo posible “quédate en casa” como ha sido la insistente recomendación de la Secretaría de Salud.
Hay que pensar en la gran cantidad de personas que están sufriendo los estragos de éste virus que ha afectado tanto a la humanidad, quienes hoy día luchan por salvar su vida en algún hospital, otras que por fortuna han logrado recuperarse y salir adelante, pero hay personas que se quedan con “secuelas”, y peor aún, quienes desafortunadamente ya han perdido la vida; cada vez son más los casos de conocidos o familiares con algún contagio, tema que obliga a la concientización ciudadana.
Definitivamente debería ser obligatorio el uso del cubrebocas en la vía pública y muy especialmente donde hay aglomeración de personas, más tratándose entre quienes venden algún tipo de producto, ofrecen algún servicio o atienden al público en general, ya que es para la protección de todos; sin embargo, se aprecia a un gran número de personas que no lo utilizan cotidianamente, incluso al hacer fila para realizar trámites, compras o pagar servicios, etc...
Sin embargo, en contraparte también hay que decir que se aprecian “buenos ejemplos” en algunos negocios -por ejemplo tortillerías o comercios-, donde han colocado sus propios avisos de que “es obligatorio el cubrebocas para poder despacharles”, lo cual es aplaudible, al ser iniciativas propias con un alto sentido de prevención que consideramos deberían ser acciones repetitivas.
*** No es mucho pedir tomar conciencia al respecto, es mejor hacer un esfuerzo por usar el cubrebocas y adoptar todas las medidas preventivas posibles, que más tarde lamentarlo…¡Es por ti, es por todos!…
¡Gracias por el favor de su atención!
D.M. Nos saludamos hasta la próxima entrega.
(Fotos: Internet)