Es común escuchar o decir cuando está finalizando el año, que se nos fue muy rápido, pero eso nos pasa todos los años. Cuando tenemos veinte años no nos preocupa el paso del tiempo, pero cuando ya hemos rebasado los 60 nos empieza a inquietar, no tú no... El año pasado que nació María José mi primera y única nieta hasta el momento, pensé que cuando ella cumpliera 15 años yo tendría 82, iluso, quién me garantiza que estaré vivo, nadie o solo Dios y eso no lo sabré hasta que ocurra, lo que me queda muy claro es que tengo que aprovechar todo día que viva y gozar la presencia de mi hermosa Youyita.
Normalmente para la mayoría estas fechas son bonitas, celebrar la Navidad, todas las fiestas y convivencias que se dan nos es muy grato estando con la familia y los amigos. También puedan existir motivos de tristeza y nostalgia, en que mostremos ciertos sentimientos, más si son recientes esas experiencias difíciles. Aparte de esto no tenemos que echar a perder muchos o todos los momentos de felicidad que tenemos a nuestra disposición. Mucho de lo negativo no son parte de nuestros derechos, ni ser humano justifica mucho de esto, aunque si lo entendamos. La vida tiene que seguir.
Sabemos que en la vida hay de todo tipo de experiencias, unas muy satisfactorias y otras muy complicadas. En unas u otras es posible que hayamos influido. Ser positivos y optimistas nos facilita llevarlas o sobrellevarlas. Fortalezcámonos con todo lo bueno que tengamos a nuestra disposición, disfrutémoslo, compartámoslo y agradezcámoslo. Reflexionemos sobre ello y aprovechémoslo para concluir si nos es posible lo que tengamos pendiente y a la vez definamos nuevas metas y objetivos para este nuevo año que ya casi tocamos con la punta de los dedos para crecer como personas, para aportar nuestra obra y palabra en bien de nosotros mismos, de nuestra familia y de nuestra comunidad.
Incluyo algunos párrafos que el año pasado compartí:
“Los valores morales-éticos son fundamentales en toda actuación, no son cuestión de modas, caprichos, conveniencias o épocas. Se habla mucho de libertad, solo consideremos que todo de alguna manera requiere límites, los excesos nos causan problemas. Es también básico el equilibrio de nuestros derechos y nuestras obligaciones, no es honesto que solo exijamos derechos o que le exijamos en su caso al gobierno que nos solucione todos nuestros problemas sin responsabilidad propia. La solidaridad es complementaria a la responsabilidad que cada quien tenemos en nuestra vida. Siempre nos insisten en que demos, pero también tenemos que aprender a recibir, hay generosidad y gratitud en ambos. Es esencial que sigamos defendiendo la vida, si respetamos este principio, todo lo demás se va acomodando con más claridad. Estoy de acuerdo que cada quien defienda su causa, aun cuando yo no esté de acuerdo, pero así como todos tenemos derecho a expresarnos, el mío ésta incluido ahí, sin un lenguaje grosero y con respeto, la pasión es necesaria pero un exceso que nos lleve a la violencia no es conveniente ni justificada como parte de nuestra libertad de expresión. Hoy también tenemos que tener cuidado con la Ideología de Género, un proyecto implementado desde la ONU que con un nivel de profundidad insuficiente quiere dar respuestas pragmáticas a problemas que sí existen, pero sin llegar al fondo de las causas. La permisividad a todo comportamiento más que fortalecer al individuo lo está debilitando. Los ataques sistemáticos y constantes a la familia tradicional y especialmente a la religión católica son porque son diques vitales y necesarios contra un liberalismo o racionalismo excesivo o pretendidamente absoluto. Reconocemos Increíble y maravillosa la ciencia y la tecnología, amplían nuestras posibilidades y potencial de desarrollo, pero también requieren límites, responsabilidad y compromiso en su uso”.
Cada día hay muchísimo conocimiento e información que parecería que nuestro potencial aumenta de manera exponencial, pero dependerá de cómo nos preparemos para aprovecharlo, de otra manera nos satura, nos enajena, nos frustra dificultando el qué hacer, el cómo vivir, cómo aprovecharlas. Una sola ideología considero que no es suficiente para acomodar todo a ella. Promovamos la Cultura en toda su amplitud.
Disfrutemos todas las fiestas. Y finalizo deseándoles que tengan una Feliz Navidad invitando al “festejado” y un Próspero Año Nuevo 2020.
Siempre con mi estimación y cariño a todos los amigos y lectores que me siguen.
C. Carlos Lozano Medrano,Director del Instituto Cultural Tuxpan Universal (ICTU).
