Agua milenaria y maravillosa que susurra,
historias de tantos lejanos y desconocidos lugares,
mi alma, mi mente y mi boca se silencian
para escuchar tus efluvios y tus muchos saberes.
Desde la playa tuxpeña con interés contemplo,
cómo acaricias tierna y sensualmente la playa y su arena,
depositando imágenes y palabras que aprendiste,
en tus tumultuosos oceánicos caminos y corrientes.
La historia de la humanidad ahí nos llega,
depurada en los Bajos de Enmedio, de Tuxpan y Tanhuijo,
Golfo de México recipiente y corazón de ese saber de siglos,
pasaste por Cuba envolviéndolo en sentimientos y ritmos,
y antes por Bahamas y todo el Caribe recibió calidez y alegría,
el Atlántico amalgamó ciclones y tormentas
con el frio de Europa y la calidez de África y el Sahara
refrescando y fertilizando después nuestras queridas tierras.
Ya antes desde Europa, vikingos, españoles, portugueses e ingleses,
otros conocimientos y religiones trajeron,
ya existíamos, pero otro nuevo continente se dijeron,
culturas nativas dominaron y destruyeron,
otra visión del mundo nos impusieron,
los tiempos cambian, aprendimos otras costumbres,
el parto, con dolores y sangre sucedió,
el mestizaje en estas tierras por vez primera abrió los ojos.
La Tierra girando alrededor del Sol todos los días,
nuevos siglos alimentaron nuestra vida,
muchas vidas y experiencias formaron ese tiempo,
nuestras riquezas alimentaron sus pasiones y poderes.
El presente eterno y fugaz se transformó en pasado,
otras condiciones y circunstancias vislumbraron el futuro,
luz brillante surgió y surge día a día,
creando otras y diferentes culturas,
definiendo nuevas ideologías y teorías.
Inquieto el hombre con muchas capacidades indiscutibles,
al fin, hilos indelebles que mueven su destino,
la simiente propia y vivificante brota,
y entonces América se inscribió en la Historia,
con nuevos bríos, inmensas riquezas y muchas, muchas glorias.
(27-julio-2014 domingo)
