Sin el acostumbrado desfile de miles de trabajadores -donde algunos contingentes aprovechan para portar mantas y pancartas en demanda de mejoras salariales u otras-, se conmemora hoy el “Día del Trabajo”, suspendido a causa del COVID-19, como medida preventiva para mitigar su propagación.
Amén de lo anterior, es 1 de mayo, “el día de la clase trabajadora”, una fecha muy representativa en que retoma capital importancia el tema de las “fuentes de trabajo”, en tiempos complejos en que la tasa de desempleo ha ido en aumento, y donde la expectativa ante la Pandemia no es muy alentadora, no sólo en México sino a nivel mundial, aunque cada país afectado ya está tomando diversas acciones encaminadas a la recuperación económica, que así sea.
“Es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por participar en la lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket”: Wikipedia acerca del Día del Trabajo.
Y es que los analistas financieros prevén que en los próximos meses impacte la previsible recesión económica y la caída en el empleo por efecto de las medidas adoptadas en materia económica para evitar los contagios del virus.
Ya en febrero, el INEGI reportaba una tasa de desempleo del 3.7 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en México, igual que en enero.
(Camilo Hernández)
