Las familias hacen un gran esfuerzo económico para preservar la tradición de la festividad de “Todos Santos”, pues con los aumentos de precios, éste año resultó un auténtico “calvario” entre quienes buscaban los “ingredientes principales” para la elaboración de altares y las ofrendas.
Por ejemplo: El rollo de frijol de vaina, alcanzó hasta los 60 pesos, y a decir de comerciantes, esto se debió a la escasez, como consecuencia de la intensa sequía que azotó durante meses atrás en la Región, y que dejó cultivos siniestrados; situación que también afectó a otros productos.Y es que el rollo de frijol antes tenía un precio de unos 25 pesos, incluso hay quien lo compraba hasta en 15 pesos; desafortunadamente la escasez a causa de los efectos del cambio climático, ya está impactando las cosechas de alimentos básicos.Las hojas de plátano también estuvieron hasta en 35 o 40 pesos el rollo, y en general los rollos de flores de cempasúchil y de mano león también subieron de precio comparativamente con el año pasado, lo cual fue definitivamente un problema para el bolsillo de quienes acostumbran hacer los altares, así como tamalitos de todos colores y sabores.Ni qué decir de la carne y el camarón, que en comentarios vertidos por amas de casa, “estuvieron por las nubes”, lo que se resintió más debido al deterioro de la economía familiar en estos tiempos, sobre todo entre las familias de escasos recursos económicos.
Pero sin duda es la “creatividad”, el “entusiasmo” y el “amor” por los seres queridos que se adelantaron en el viaje sin retorno lo que saca adelante ésta hermosa festividad, pues con lo que se pueda, pero entre las familias tuxpeñas y de toda la Región Norveracruzana sigue arraigada la tradición del “Día de Muertos”, siendo heredada de generación en generación.
Contra viento y marea con cariño y fervor se hace un esfuerzo por preservar las costumbres de ofrendar en los altares y acudir a los panteones para recibir y convivir con las almas de los seres queridos -fieles difuntos- en días llenos de mucha tradición.
Ojalá y pese a todo, en el “Ochavario”, para quienes acostumbran, haya más tamalitos…
Y que tras una severa sequía que dejó secuelas, ahora los nortes, lluvias e inundaciones de la temporada no sigan causando tantos estragos en la agricultura y ganadería, pues esto repercute al final de cuentas en el consumidor final -la mesa de los hogares-.
Y que tras una severa sequía que dejó secuelas, ahora los nortes, lluvias e inundaciones de la temporada no sigan causando tantos estragos en la agricultura y ganadería, pues esto repercute al final de cuentas en el consumidor final -la mesa de los hogares-.